Cuando nos mandaron a hace home office hace unos cuatro meses, pensamos que era un sueño hecho realidad. Ya no teníamos que pasar horas en el traslado, comer de un tupper, pasar una tarjeta a una hora exacta, vaya, ni nos teníamos que bañar si no daba tiempo. Pero pasaron las semanas y, para muchos, se volvió tóxico.
De pronto, extrañábamos tener un espacio donde sucedían y se resolvían todos los asuntos laborales, y cuando podíamos separar ese espacio de donde dormíamos y convivíamos con la familia. Un día, sin darnos cuenta, estábamos comiendo frente a la computadora, teniendo llamadas mientras los niños hacen actividades y la línea entre el trabajo y el hogar se perdió.
La realidad es que solo tenemos la capacidad de trabajar al 100% de nuestra capacidad durante aproximadamente cuatro horas cada día, por lo que tiene poco valor robar tiempo de tu comida o tiempos personales para trabajar, pues solo somos menos productivos, menos creativos y es más probable cometer errores. Esto es sin mencionar que la motivación decae y llegamos al agotamiento y una integración poco saludable en la vida laboral. Así que comienza a poner más atención a tus horarios y programa tus descansos.
Párate del escritorio
Puede que te tomes un “descanso” pero solo te quedas frente a tu pantalla revisando tus redes o mail personal. Eso no te despeja como es necesario. Además, es más probable que te veas atrapado de nuevo en algo del trabajo y regreses a tu computadora sin renovarte. Retirarte del entorno ayuda a dar reset y experimentar un día más positivo y equilibrado. Si es posible, toma algo de aire fresco, pero si no puedes salir, simplemente muévete a otra parte de la casa y hará la diferencia.
Come algo saludable
No hagas esos snacks que duran un minuto y te terminaste de comer en lo que caminabas de la cocina a la compu. Tómate el tiempo para prepararte un lunch rico y saludable que además de separarte suficiente tiempo de la computadora, te nutrirán y darán mejor energía para continuar con la jornada. Al comerlo, hazlo con calma y disfruta cada bocado. Cuando hayas terminado, puedes regresar al escritorio.
Pasa tiempo con un ser querido
Puede ser tu mascota, tu pareja o tus hijos. Si estás completamente solo, márcale a algún pariente o amigo. Platica de cosas que no tengan nada que ver ni con el trabajo ni con la pandemia. Aunque sea por unos minutos, recargarás tu tanque de amor y conexión social que buena falta hace en estos días.
Muévete
Uno de los inconvenientes del HO es ser demasiado sedentario. Programa una hora para moverte: camina afuera o quédate adentro y haz algunos estiramientos o pon una buena canción y baila. Además de que al regresar podrás pensar con más claridad, también mejorará tu humor.
Haz una práctica de arraigo
Meditar, posturas de yoga, escuchar un podcast o meditación guiada son excelentes opciones para un buen break. Toma una pausa, respira profundamente y haz un chequeo contigo mismo. Ponte en una posición relajada y encuentra un lugar tranquilo lejos de las notificaciones y la distracción. Con 10 minutos diarios lograrás una perspectiva más amplia y saludable sobre el trabajo y tu día.
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