Así ha cambiado el Corona Capital en 10 años

México ha tenido una historia complicada con el rock y los conciertos en general. Hace décadas el Festival de Rock y Ruedas Avándaro demostró que una juventud libre y crítica buscaba nuevas formas de entretenerse, pero fue justamente ese festival el que hizo que durante casi 20 años los conciertos se congelaran y la industria se detuviera. 

Hasta mediados de los años ochenta el veto sobre la música se levantó y nuevos promotores trajeron, poco a poco, conciertos de clase mundial. Desde entonces la Ciudad de México se ha convertido en uno de los lugares favoritos para muchas bandas, que tienen fechas sold out y que gracias a la cercanía de la ciudad con Estados Unidos, no es tan inaccesible como otros lugares.

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Hace 10 años la industria musical apenas estaba notando la mina de oro sobre la que estaban sentados. Los conciertos ya eran una tradición y festivales como el Vive Latino habían demostrado que era posible replicar los eventos de Europa y Estados Unidos con un toque mexicano. 

Fue entonces cuando Corona hizo lo imposible, un festival que conjuntara en su mayoría bandas internacionales y compitiera directamente con los festivales de otros países. El Corona Capital nació como un soplo de aire fresco en una ciudad que si bien continuaba creciendo musicalmente, estaba en una especie de limbo autoimpuesto por la clase de festivales que tenía.  

Otros ya lo habían intentado. El Motorockr fue un experimento similar, pero su tamaño no era el de un gran festival internacional y el Vive Latino se había dado cuenta que sólo había un número limitado de bandas latinas que pudieran competir contra las anglosajonas en términos de popularidad. 

Hace 10 años arrancaron con Regina Spektor, White Lies y otras bandas que hoy ya son referentes a nivel mundial. Además, trajeron a titanes del momento, como Interpol y lograron hacer que Pixies viniera por primera vez después de 25 años. El festival contaba con tres escenarios y para sorpresa de muchos, además de los puestos oficiales del Autódromo Hermanos Rodríguez, se colocó una sección de food trucks.

Como muchos festivales de la época, tuvo buena recepción, sin embargo, debido a que mucho en el momento era prueba y error, nadie sabía que se trataba de algo que cambiaría las reglas del juego. El año siguiente repitieron la fórmula con bandas como The Strokes y The Rapture –quienes después se separaron por años y eso elevó el mito de su presentación en el festival–. Aquí las bandas mexicanas continuaron, Austin TV hicieron temblar el escenario y para 2012 todos querían ser parte del Corona Capital.

Hoy el Corona Capital es una experiencia completa en la que la música sólo es parte de la experiencia. Una zona gourmet con algunos de los mejores restaurantes de la ciudad, las activaciones de distintos patrocinadores, los eventos sorpresa y más hacen que en estos 10 años, el Corona Capital se haya convertido en el favorito de la ciudad.