El reconocido diseñador británico Tom Dixon visitó México para presentar la original colaboración que hizo con la exclusiva marca de cognac Hennessy. El resultado es una elegante botella en tono cobre, que pareciera estar incrustada con diamantes y demás piedras preciosas, con el estilo contemporáneo que caracteriza a Dixon. The Happening tuvo la oportunidad de platicar con el diseñador sobre este gran proyecto:
¿Cuántas veces has visitado México?
Esta es la primera, estoy muy emocionado.
¿Alguna vez te has inspirado en la cultura mexicana?
Si, definitivamente. Los Aztecas eran muy buenos, muy inspiradores. Me gusta mucho su arquitectura. También en Diego Rivera, como artista y como radical. Y claro, el mezcal.
¿En qué te inspiraste para esta colaboración con Hennessy?
La inspiración llegó después de una visita a Francia, después de visitar las fábricas de Hennessy y ver a los trabajadores hacer cosas. Esto fue interesante porque no era la fábrica que hace la botella, sino la que hace lo que va dentro de ella. Está llena de conocimientos increíbles y muy valiosos.
¿Cómo fue el proceso de creación?
Misterioso… secreto (risas). La botella es como un vehículo de comunicación, entonces se tiene que pensar en cosas que tengan alguna narrativa. Se trabaja con una capa muy delgada de vidrio. Quieres mantener la esencia de la silueta original, porque tiene mucha historia y valor, además de que es muy reconocible. Lo que quise hacer fue adaptar y ajustar elementos. No quería algo que fuera completamente moderno, por su tradición. Pero tampoco quería algo que se vea muy vintage. Mi lógica fue trabajar con elementos decorativos de la botella original y hacerlos parte de nuestra era. Si pones esta nueva botella a un lado de la original, te das cuenta que solo es una distorsión de los elementos existentes. También lo que pasó es que me inspiré en el cobre, que forma parte en la destilación del vino en ‘eau de vie’. Y fue suerte porque es uno de los mis materiales favoritos para trabajar.
¿Cuál fue la parte más complicada de este proceso?
Siempre he pensado que el diseño es el menor de los problemas. Debes de tener una buena idea. Pero muchas veces eso puede ser instantáneo, o puede tardar años de investigación, pero esa no es la parte difícil. Lo complicado es la parte de ingeniería. El hacer realidad la imagen que tienes en la cabeza. El reto técnico fue que el cobre se vea lo suficientemente valioso, que los cortes se vieran definidos como si fueran un objeto precioso, como una joya.
¿Cuál es el punto de fusión entre el diseño de la botella de Tom Dixon y el valor del cognac de Hennessy?
Me interesa mucho la trascendencia. Que las cosas que hago tengan una larga vida, que duren algunas generaciones. Que no solo sea moda. Pero creo que es importante ser contemporáneo, ser parte de la era. Puedes inspirarte en cualquier momento de la historia, pero es importante ser parte de nuestro tiempo. Mi trabajo es verlo desde afuera para apreciar el valor y decidir qué historia quiero contar, qué quiero proyectar. Y lo hice pasando días en Cognac, yendo a la fábrica.
¿Cómo se llevó a cabo esta colaboración?
Ellos me invitaron, platicamos y nos pusimos de acuerdo. Fue fascinante compartir esto con los gigantes franceses del lujo, conocer cómo han conservado su calidad y su misma personalidad. También cómo han logrado ser una empresa global y contar historias en todo el mundo.
Ahora que ves el resultado final, ¿hay algo que mejorarías, cambiarías o quitarías?
Siempre. Todo el tiempo pienso “pude haber hecho esto o aquello”. Pero la realidad es que solo puedes saber eso hasta que ya lo ves terminado. Hasta ahora ha funcionado en términos de estilo, comunicación, imagen. No es un desastre, ¡me trajo a México!
Sabemos que tienes algunas de tus piezas expuestas en Studioroca ¿cómo ha sido su aceptación?
México es uno de esos países que empiezan a estar hiper-interesados en el diseño. Me han invitado a venir y dar algunas pláticas. Hasta ahora ha sido complicado, pero aquí estoy explorando un mundo completamente nuevo. Y lo mejor de todo es que puedo combinar esta lujosa colaboración con mi propio trabajo.
¿Qué opinas del diseño mexicano?
Creo que está luchando como muchos otros países porque hay muchas escuelas de diseño y muchas ideas. Pero les falta conectarse con la industria. Comenté más temprano en una plática: sean pacientes, todos los países se quejan de lo mismo, aún los chinos, a pesar de que todo esté hecho ahí. Por eso pienso que de acuerdo a la evolución que está ocurriendo en el mundo, la economía y la situación política, Mexico se está convirtiendo un gran lugar para hacer cosas y es una consecuencia natural que los diseñadores mexicanos tengan una plataforma para trabajar.
“I think Mexico’s time is yet to come.” – Tom Dixon