Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando pasas la noche “en vivo”

Ves el tiempo venirse encima para entregar ese proyecto y piensas: “Trabajo toda la noche y lo termino”. O tal vez piensas irte a esa fiesta para luego tomar un vuelo temprano. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

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Pues resulta que MUCHO. Con una sola noche sin dormir, tu cuerpo lo notará. Es por algo que el ritmo circadiano es tan importante para nuestra salud en general. Mismas razones por las que muchos doctores te hablarán de la importancia del sueño.

Los efectos de la falta de sueño se han comparado con ser tan dañinos para tu cuerpo como beber alcohol. Un estudio encontró que después de 17 a 19 horas sin dormir, los participantes se desempeñaron peor que alguien con un nivel de alcohol en la sangre de .05 por ciento. Después de unas horas más sin dormir, se desempeñaron como personas con un nivel de alcohol en la sangre de .1 por ciento.

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Otro efecto fuerte, es en tu memoria. El sueño consolida la memoria, la información que recibes durante el día se procesa mientras duermes. Cuando no duermes (o duermes mal), esos recuerdos no se mueven a la corteza prefrontal, y los olvidas. No solo se afecta la memoria, también la capacidad para resolver problemas, el estado de alerta, atención, concentración y juicio. Tu cerebro no es tan eficiente como debería ser.

Lo siguiente son tus hormonas. El ritmo circadiano es el ciclo de tu cuerpo que le indica cuándo despertar, ir a dormir y muchas otras funciones. Tu cuerpo transmite mensajes al hipotálamo, que envía las hormonas que te hacen sentir cansado, hambriento, etc. Si te quedas despierto toda la noche, estos mensajes están fuera de sintonía. El resultado no solo es sentirte cansado, también estarás hambriento, adolorido y de mal humor.

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Los efectos se vuelven como una bola de nieve. Como tus hormonas se desbalancean, sientes más hambre y comes más, dependes del café y excedes tus dosis de cafeína, etc. Cuando estas noches “en vivo” se convierten en un hábito, te estás poniendo en riesgos mayores. La falta de sueño a largo plazo puede llevar a un aumento de los niveles de estrés, diabetes, obesidad, derrames cerebrales, hipertensión arterial y depresión.