Al pensar en música tenemos memoria a corto plazo. Siempre que una estrella adolescente entra en la industria, es comparada con pocos artistas, pues al parecer son muy pocos los que han creado un trabajo de calidad que guste al público y a la crítica a tan corta edad.
La realidad es que siempre hay jóvenes de 17 o 20 años incursionando con éxito, formando una red colectiva de talento que se nutre de la colaboración y que sí, al final hace brillar a pocos.
Digo que la memoria es a corto plazo porque hay pocas bandas y artistas que son recordadas de esa manera, hoy tenemos Billie Eilish, en otra época estuvo Jake Bugg y hace décadas fue Fiona Apple, pero también olvidamos a otros que sólo con dos décadas de vida se convirtieron en jóvenes promesas. Ahí es donde entra Disclosure y su disco Settle.
Howard tenía 17 y Guy 21 años cuando publicaron el disco en 2013. Los hermanos Lawrence no eran nuevos en la escena, pero eso, en lugar de menospreciar su trabajo, demuestra que se trata de un duo cuya vida a girado en torno a la música electrónica y que desde el inicio se esforzaron en llevar su sonido a la mayor audiencia posible.
La cultura dance de Reino Unido es una de las más sólidas desde hace décadas, por lo que Disclosure no la trajo de vuelta, pero sin duda tomó elementos que muchos habían dejado atrás para darle un nuevo aire al estilo que trabajan, con fuertes bajos y una influencia innegable del R&B, Settle llegó en el momento adecuado para convertirlos en un éxito en su país y desde ahí llegar a cada rincón del planeta.
Latch ya es un clásico moderno, pero en esa época teníamos a un par de Dj’s trabajando con una de las voces más prominentes del momento, Sam Smith, así como con Nile Rodgers, Eliza Doolittle y hasta AlunaGeorge. Las colaboraciones del duo hicieron que este disco entrara mucho más rápido al mainstream, pero incluso donde no tienen vocales externas demuestran su capacidad para hacer bailar a todos.
Desde el hipnótico When a Fire Starts to Burn, hasta Stimulitation abarcan un amplio rango de escuchas, los que gustan del pop, los que necesitan este tipo de música para bailar y los que prestan atención a cada beat, deconstruyendo la canción en partes para comprender a fondo el trabajo de Disclosure.
Este disco convirtió a Disclosure en una banda de culto, que a siete años de su llegada a los oídos de millones, continúa agotando boletos para verlos y escuchar algo de la magia de ese primer disco. Aunque el resto de sus producciones no hayan llegado tan alto como este disco, los hermanos Lawrence aún son bastante jóvenes y pueden sorprender en cualquier momento.
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