La gastronomía mexicana no es valiosa solo por los sabores, olores y aromas que siempre seducen a los sentidos. También por el legado y las tradiciones detrás de ella. Tan importante es la cocina del país que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la nombró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Tal es nuestra responsabilidad de preservarla.
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La oferta gastronómica en México es tan grande como su territorio. Una gran parte de la cocina es viajar para conocer lo que otros estados crearon como arte culinario. Así, para apreciar lo del extranjero primero hay que recorrer nuestras tradiciones. Estos son los cinco destinos obligados para comenzar el tour gastronómico por México.
Yucatán
Se dice que aquí fue donde se probó por primera vez la carne de cerdo en toda América. Es una parada de rigor para los foodies viajeros. La cochinita pibil, esa carne de cerdo adobada en achiote y envuelta en hoja de plátano, y cocida en un horno de tierra, nunca te sabrá igual en otra región del país. Además, la sopa de lima, los panuchos y los papadzules son platillos únicos de Yucatán. Mérida es la capital y el lugar ideal para encontrar todo esto.
Sinaloa
Si se buscan los mejores mariscos del país, este es el lugar indicado. Tiene ubicación privilegiada por su salida al océano Pacífico y el Mar de Cortés. Uno de sus platillos más representativos es el aguachile, una combinación de camarones frescos que se cuecen en jugo de limón, chile fresco y seco, con verduras como pepino y cebolla morada. También puedes disfrutar el ceviche de camarón, de sierra, tostadas de atún fresco y tacos gobernador con machaca de camarón. Además de mariscos, Sinaloa tiene de las mejores carnes de res en el país, por eso no debes dejar pasar los típicos tacos de carne asada con guacamole.
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Jalisco
Las carnes en su jugo y la birria pueden probarse exquisitamente en Guadalajara y en los demás municipios de Jalisco. El platillo más representativo de este estado son las tortas ahogadas. La cual consiste en carnitas de cerdo dentro de pan birote al estilo Jalisco, con una consistencia más densa que el pan tradicional para poder sumergirse en salsa de tomate y de chile de árbol. Se acompañada de verduras y limón. No olvidemos que es la tierra del tequila y el mariachi.
Puebla
Quizá no exista persona que no le guste el mole, por ello Puebla es parada obligada en este tour. El mole es una invención de los conventos de novohispanos que existían en el lugar. Ellos combinaban chiles, chocolate, ajonjolí y otros ingredientes para tener como resultado la famosa salsa, que por cierto, no es nada sencilla de preparar. Los Chiles en Nogada son otro platillo poblano. Están inspirados en la bandera que usó el Ejército Trigarante tras firmar los Tratados de Córdoba que dieron la Independencia a México.
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Oaxaca
Un estado que quienes lo visitan se quedan enamorados tanto de su cocina como de sus paisajes. Es inevitable empaparse de su tradición culinaria. Para los más curiosos, aquí podrán encontrar una rica variedad de chapulines, gusanos y hormigas que se sirven fritos en salsa o sobre una tlayuda o tortilla con quesillo y nopales. Además, Oaxaca ofrece una variedad de moles, donde se dice que la menor combinación de chiles es de 20 diferentes. Los tamales envueltos en hoja de plátano y otros alimentos más te hacen adorar el lugar. La Guelaguetza es una de sus fiestas más importantes.
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