Por Ileana Castro, People & Admin en Fuckup Nights
En Fuckup Nights, una empresa en la que nos dedicamos a hablar del fracaso, y ayudar a las personas a liberarse de los paradigmas que limitan sus vidas, pensaríamos que afrontar el conflicto sería muy sencillo.
FUN Friday es la reunión que tenemos todos los viernes para compartir como equipo temas de interés, pero haciéndolo a nuestro estilo. De esta forma tenemos un espacio para conocernos mejor e integrarnos, sobretodo con el equipo remoto en Mallorca, España.
Aproximadamente hace un mes, tuvimos un momento de conflicto, ya que ese espacio que teníamos para compartir y pasar un rato a gusto, se había convertido en un momento demasiado serio. Para solucionar la molestia decidí abrir un espacio con las personas que habían mostrado interés en mejorar el FUN Friday. Acordamos algunos temas y decidimos formar una especie de comité, pero cuando presenté estos resultados, hubo algunos comentarios y preocupaciones sobre los temas que se estarían tratando y cómo aprovechar esa hora de una manera eficiente.
Esta situación generó aún más fricciones y después de varias sesiones para platicar, logramos un entendimiento. Sin embargo, me di cuenta que realmente me sentía muy incómoda, pensaba que tenía que arreglar todas las molestias de TODOS de una manera rápida.
Esto me llevó a reflexionar sobre la importancia de aceptar que a veces hay desacuerdos, y que quizás algunos generarán conflictos. Una situación completamente normal cuando se involucran seres humanos con diferentes ideas y prioridades, por lo que no todo el tiempo vamos a estar de acuerdo. Un equipo grande 100% de acuerdo con algo, posiblemente esconde inconformidad de alguna de las partes y está reprimiendo sus opiniones, lo que tarde o temprano va a generar más problemas.
Puedo decir que este conflicto profesional me afectó de manera personal al hacerme creer que todo era mi responsabilidad y que la solución dependía completamente de mi. Estos son algunos de los aprendizajes que me llevé:
1. Reconocer y quitarle etiquetas a mis emociones. Aceptar lo que sientes y dejarlo fluir, ayuda a ser más asertivos y generar menos frustración.
2. No colgarme responsabilidades. El hecho de ser líderes de área no quiere decir que tengamos que solucionar todo solos o que sea nuestra completa responsabilidad.
3. Quitarle el miedo al conflicto. Nos han educado para darle la vuelta a la confrontación en aras de ser educados, la mayoría de las veces, esto genera más conflictos.
Yo aún estoy trabajando en esto. Ha sido clave para mí y mi crecimiento personal el aceptar mis emociones, sentirlas y desde ahí poder encontrar una solución. ¿A ustedes qué les genera cuando escuchan la palabra conflicto? Pueden compartirnos sus experiencias y opiniones.
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