Etéreo: adj. Que es intangible o poco definido y, a la vez, sutil o sublime.
Así es como la RAE define la palabra que engloba la razón de ser de este exclusivo hotel escondido entre el manglar del complejo Kanai, cerca de Playa del Carmen. Etéreo pasa casi inadvertido, al ser pequeño y exclusivo, con espacios que conviven de manera armónica con su entorno y generan un bajo impacto a la zona protegida donde se ubica.
El hotel, con tan solo 75 habitaciones, abrió sus puertas hace apenas un año y desde entonces ha alojado a viajeros que buscan un lugar privado, alejado del ruido y la fiesta, perfecto para escapar del caos y la cotidianidad. Además, los huéspedes que disfrutan de Etéreo encuentran también el lugar ideal para conectar con la cultura maya, con las tradiciones ancestrales de los pobladores de la región y un oasis sustentable que nos recuerda el valor del lugar que estamos habitando.
Siguiendo esta narrativa de sustentabilidad y bajo impacto, el hotel incorporó en su mobiliario e insumos una política de cuidado ambiental. En realidad el área construída es reducida y las plantas se conectan a través de puentes de madera sobre el manglar. Los insumos utilizados en todo el hotel son biodegradables o reciclables, es casi imposible encontrar plásticos y las amenidades están hechas con materiales naturales por productores locales.
También es de destacar el cuidado con el que fueron incorporados los elementos de decoración y mobiliario, ya que todos son de fabricación artesanal y con productos naturales mexicanos.
Pero como una estancia no está completa sin algo rico para comer, es necesario que hablemos de la oferta culinaria de Etéreo. Liderada por el chef Miguel Baltazar, es un homenaje a la cocina de la península de Yucatán, pero con un enfoque contemporáneo, con dos restaurantes exclusivos.
El primero de ellos es Itzam, que en palabras del chef Miguel, funciona como una especie de laboratorio en donde cada uno de los miembros del personal, sin importar su rango, tiene la libertad de aportar alguna historia, ingrediente o receta que evoque algún recuerdo que pueda ser transformado en platillo. Es así que es posible encontrar en el menú desde cochinita de cerdo pelón mexicano, hasta arroz cremoso con salsa de langosta y crema de rancho, pero siempre cambiando para ofrecer una experiencia única cada cierto tiempo.
“Itzam es una cocina muy franca, una cocina de producto, en donde la estrella es justamente el producto”
- Miguel Baltazar, chef ejecutivo de Etéreo
La otra joya que resguarda Etéreo se llama Che Che. Éste, a diferencia de Itzam, tiene una carta enfocada en la comida de mar con una mezcla a la que denominaron “japex”, por ser el resultado de una fusión técnicas japonesas con productos y sabores mexicanos. Aquí podrás disfrutar de sashimis, nigiris y ceviches preparados con pesca sustentable de Baja California y la península de Yucatán, una gran variedad de platillos con tempura y una carta de bebidas con mixología méxico-japonesa.
“Cuando tienes un producto tan increíble, no necesitas hacer mucho más, no necesitas ocultar su naturaleza de origen”
- Miguel Baltazar, chef ejecutivo de Etéreo
Finalmente y sumado a toda su oferta de hospitalidad, está Sana, un spa con atmósfera serena que no solo cumple su función de relajación, sino que también crea un recorrido a las raíces culturales de los mayas y su idea de conectar con el universo y el ser interior.
Es un espacio bellísimo, con pisos de piedra naturales, cristales energéticos, circuitos húmedos ideales para dejar atrás cualquier malestar y un programa bastante completo con clases rotativas, rituales diarios, sesiones de masaje y programas de retiros. Todo esto lo ha hecho ganador del premio al Mejor retiro de bienestar de México de los World Spa Awards 2022.
Si deseas más información sobre el hotel, disponibilidad y más servicios da clic aquí.