Vipassana significa ver las cosas tal como son. Es una de las técnicas de meditación más antiguas de la India y del Budismo. Se enseñaba en la India hace más de 2500 años como una cura universal para problemas universales, es decir, como un arte.
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Muchos la conocen también como meditación insight o de contemplación. Es la práctica de una atención cercana y continua a la sensación, a través de la cual finalmente contemplas la naturaleza de la existencia. Se cree que es la forma de práctica de meditación enseñada por el propio Buda, y aunque la forma específica de la práctica puede variar, es la base de todas las tradiciones de meditación budista.
Vipassana es una técnica suave y sencilla. Pero también es muy minuciosa, por lo que requiere paciencia y entrenamiento (como todo). Es un sistema antiguo y codificado de entrenamiento mental de ejercicios dedicados a ser cada vez más conscientes de nuestra propia experiencia de vida. Es escuchar atentamente, ver atentamente y probar cómo nos vamos sintiendo.
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El objetivo de la práctica de meditación Vipassana es aprender a ver la verdad de la impermanencia, la insatisfacción y el desinterés de los fenómenos. Conforme avanzas en esta práctica, aprendes a oler y a tocar de maneras más agudas y pones más atención a los cambios que pasan en tus experiencias. Aprendemos a escuchar nuestros propios pensamientos con objetividad, en lugar de quedar atrapados en ellos.
Cómo hacerlo
La práctica de Vipassana es muy fácil. Debes sentarte con la espalda derecha (puedes recargarla) sin recargar la cabeza y con las piernas cruzadas, idealmente. Cierra los ojos y pon tu atención en el vientre, en el abdomen. Respira normal, sin forzar nada, no aceleres ni disminuyas la respiración. Comenzarás a darte cuenta de ciertas sensaciones cuando inhales y el abdomen se eleve, y cuando exhales y el abdomen baje.
Ahora, la mente estará atenta a la totalidad de cada proceso. Nota todas las sensaciones involucradas en el levantamiento. Mantener una atención constante a través del medio y el final de la subida de la inhalación. Luego, las sensaciones del movimiento descendente del abdomen desde el principio, a través del medio y hasta el final de la exhalación.
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Si otro objeto aparece en la conciencia y te aleja de la atención en el abdomen, debes notar este objeto claramente. Por ejemplo, un sonido fuerte, dirige conscientemente tu atención hacia ese sonido y se consciente del sonido como una experiencia directa. Cuando el sonido se desvanece y ya no es predominante, tranquilamente, regresa al abdomen. Este es el principio básico a seguir en la meditación.
En realidad, ya hacemos esto, pero eso es una ilusión. Pero simplemente ponemos tan poca atención a nuestra propia experiencia de vida, que podríamos estar dormidos. En una vida tan ajetreada, con tantas cosas que hacer, no sabemos darnos el tiempo para darnos cuenta que no no estamos dando cuenta de que la vida tiene que experimentarse de otra forma completamente.
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