La cuarentena llegó en el momento exacto para hacer que tomara interés por lo que comía, cocinaba y cómo lo hacía. Con días de sobra para intentar recetas y platillos que tal vez conocía pero nunca había intentado tomar, rápidamente me obsesioné con todo lo que usaba al cocinar. También me di cuenta qué es lo que se siente cuando tus amigos te empiezan a decir que eres un señor.
Pero la verdad eso no importa, pues por cada platillo que sabía un poco mejor que antes yo lo consideraba una ganancia. Sin embargo, me di cuenta que las cosas con las que cocinas son tan importantes como los ingredientes que usas, o por lo menos hay objetos que sí son esenciales para trabajar en la cocina.
Al hablar de sartenes uno sabe que los antiadherentes reciben muchas críticas. Después de todo el sartén de hierro fundido es el favorito de muchos, pues puede pasar de padre a hijo con buen cuidado y el de acero inoxidable es el que los chefs suelen usar, pero el antiadherente o de teflón es el héroe en las cocinas de los simples mortales.
La clave comprar estos sartenes es evitar el PFOA que son petrólatos que no son buenos para la salud. Por ejemplo, los sartenes Antiadherentes TNS PRO de Le Creuset no tienen PFOA y cuentan con un recubrimiento antiadherente extra resistente para durar por muchos años y con mangos ergonómicos de acero inoxidable fríos al tacto. Ellos nos dieron los siguientes tips para hacer que tus sartenes duren mucho más, pues aunque no son eternos, tampoco es normal que duren un año.
Cocinar en fuego bajo o medio; esto te permite lograr mejores resultados. Una vez que tu utensilio alcance la temperatura deseada, disminuye la intensidad. No uses fuego alto.
Usa una espátula de silicón Le Creuset o de madera. No uses cuchillos, batidores o herramientas metálicas o filosas en el interior de tu utensilio ya que la superficie puede sufrir daños.
No dejes el producto sobrecalentarse en seco, es decir, sin alimento, podría dañarse la superficie.
Deja enfriar tu utensilio antes de limpiarlo. Lava tu utensilio una vez en frio con agua tibia y jabón, después sécalo bien. Evitando usar esponjas o líquidos abrasivos.
Para un mejor cuidado, frota la totalidad de la superficie interior con aceite vegetal y un paño suave para humectarla. Cuando hayas terminado, enjuaga el producto con agua caliente y sécalo bien.
Estos consejos alargarán la vida de tus sartenes por mucho tiempo y dejarán tu comida perfecta.