Muchas veces cuando hay diferentes eventos en los que las celebridades tienen o quieren participar, lo más común es que un diseñador les preste o les haga un vestido para ellas. Sin embargo, han existido casos en el que las famosas no pueden encontrar ningún diseñador que las quiera vestir con una creación suya.
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Existen varias razones por las cuales no han querido vestir a estas mujeres, desde porque son plus size hasta por el color de su piel o las curvas que tienen. Por un lado entiendes que los diseñadores no quieren modificar sus obras de arte, pero al mismo tiempo, estas mujeres tienen el derecho de lucir una marca elegante y exclusiva que las haga sentir hermosas.
Melissa Mccarthy
Esta actriz siempre ha sido muy abierta de lo difícil que es para ella encontrar un vestido que tenga un diseño único y a la moda y que también sea de su talla. De hecho, se enojó tanto porque nunca podía encontrar un diseñador que la vistiera, que decidió lanzar su propia línea de ropa en el 2014 para mujeres plus size llamada Daniella Pearl.
Bryce Dallas Howard
Bryce vivió una situación diferente a la mayoría de las mujeres de esta lista, ella si tenía diseñadores que le prestarán un vestido, pero ella estaba inconforme con las opciones. En los Óscares del 2016 la actriz decidió comprar su vestido en una tienda departamental porque dijo que los diseñadores no tenían varios vestidos en su talla- talla 6- lo cual es verdaderamente increíble.
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Rachel Bloom
La actriz de la serie “The Crazy Ex-Girlfriend” tuvo que comprar su propio vestido de Gucci porque la marca no la quiso vestir por ser más gordita de lo normal. Al final Rachel se burla de ellos en la alfombra roja de los Emmys 2017.
Christina Hendricks
La actriz conocida por tener un cuerpo lleno de curvas envidiables también ha tenido muchos problemas para conseguir vestidos para los eventos. Comentó que no hay vestidos que le queden y acentúen su figura, que los diseñadores solo prestan vestidos de tallas 0 y 2 y no están dispuestos a modificar un poco el tamaño para que le quede a la mujer real.
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Hayden Panettiere
Hay diseñadores que deciden que no le van a prestar vestido más que a una sola celebridad. Claro que en los Golden Globes del 2014, Hayden no fue la elegida por parte de la marca para usar un vestido hecho por ellos. Así que la actriz fue a la tienda y se compró el vestido que no le quisieron prestar y que ella moría por usar.
Ashley Graham
La modelo británica sufrió mucho cuando tuvo que posar para la portada de British Vogue, ya que ninguna marca quería prestarle el vestido a la revista para que la usara Graham. La única marca prestó la prenda que salió en la portada de enero 2016 fue Coach.
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Beyoncé
Hoy en día cualquier diseñador se moriría por vestir a la cantante, pero no siempre fue así. En su época de Destiny’s Child, su mamá tenía que hacer sus vestuarios, porque ninguna marca quería vestir a cuatro mujeres de color, con curvas y además country.
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