Parece que crear alternativas saludables no sirve de mucho, pues en el caso de las bebidas bajas en alcohol ahora representa otro problema, el consumo desmedido. Según un reciente estudio publicado en The Journal BMC Public Health, las cervezas y los vinos de bajos niveles de alcohol han provocado que haya personas que las consuman aún más sin sentirse culpables y debido a su publicidad.
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Ahora son elegidas hasta para acompañar la hora del lunch y los expertos dicen que no han sido un remplazo para las bebidas alcohólicas, sino solamente a las gaseosas. Es decir, en vez de tomar un refresco enlatado pides una bebida baja en alcohol ¿tiene sentido?
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De igual manera mencionan que la desinformación en estos productos puede ser la causa, porque sus etiquetas y la manera de promocionarlos confunde al consumidor. Muestran fotografías asociadas a la salud y los datos se centran en cuántas calorías menos tiene, en lugar de recordarle que aún se trata es una bebida alcohólica.
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Cabe recordar que hace un poco más de dos años, varias marcas populares de bebidas con alcohol acordaron reducir el contenido de éste en sus productos. Sin embargo, también es importante que los consumidores tomen un papel activo y responsable ante su compra, porque finalmente es una ironía que solo porque tenga menos, la tomen más y al final abusen de “su efecto saludable”.
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