Desde el momento en que nacemos, nuestras hormonas dictan nuestro apetito, los patrones de sueño, cómo respondemos al estrés, si estamos felices o ansiosos, básicamente todo en nuestras vidas. ¿Qué es lo que pasa cuando están fuera de control? Sentimos que enloquecemos y sentimos, justo, que perdimos el control de nuestras vidas.
Lee también: Pensamientos tóxicos que debes dejar de tener si quieres ser feliz
El desbalance hormonal provoca síntomas incomodísimos como mal sueño, periodos muy largos, dolores de PMS más agudos y te sientes sin energía todo el día (y de malitas). Las hormonas que generalmente se desequilibran primero son el cortisol y la insulina, las hormonas del estrés y azúcar en la sangre, respectivamente.
Asi que, si no entiendes por qué no puedes controlarte, tal vez tengas que atender a tus hormonas. Por eso, varios doctores sugieren hacer estas tres prácticas básicas para ayudarte a balancear el caos hormonal que puede que traigas. Ojo: si tus molestias son más fuertes de lo normal y no mejoran con el tiempo, es mejor que vayas con tu doctor.
Comer con mindfulness
Lo que comes es tan importante como cuándo y cómo comes. Para mantener el equilibrio en el azúcar en la sangre, debes comer cada tres o cuatro horas. Siéntate mientras comes y mastica tu comida de 20 a 30 veces y concéntrate en algo positivo mientras lo haces. Cuando estás estresado, tu cuerpo no puede absorber fácilmente los nutrientes que estás consumiendo.
Deja de beber alcohol
Un vaso de alcohol es como consumir un puño de azúcar que llega inmediatamente llega a tu torrente sanguíneo, haciendo picos en tus niveles de azúcar en la sangre. El alcohol también eleva los niveles de estrógeno, al crear una gran cantidad de trabajo extra para el hígado, y no puede desintoxicar el estrógeno (uno de sus principales trabajos). Este exceso de estrógeno puede provocar períodos más intensos, más prolongados, dolor en los senos, dolores de cabeza y PMS.
Lee también: 7 consejos para descansar MUCHO mejor
Considera cómo te está afectando la cafeína
El primer consejo sería que lo dejes. Pero sabemos que eso puede ser demasiado difícil. Si no estás listo para deshacerte de tu café de cada mañana, entonces observa cómo te sientes 30, 60 y 120 minutos después de haber tomado café. Si sientes ansiedad o que simplemente no te levanta y que necesitas más, tal vez sí debas probar dejarlo. Intenta con descafeinado o algún té con menos cafeína.
Debe estar conectado para enviar un comentario.