Un frasco creado en el lejano 1924 por René Lalique logra reunir las flores que conforman un luminoso jardín que con el viento otoñal, expanden su aroma y se desenvuelven en todo su esplendor para abrir paso a Azalée, el símbolo de ese amor delicado pero apasionado.
De entrada, las flores y las frutas detonan los intensos colores de la flor de azalea que acompañada de bergamota, el melocotón y el delicioso acento de la fresia, se funden con la gardenia y el jazmín de manera arrebatadora para componer el corazón de la embriagadora fragancia que también se compone de sándalo, pachulí y ámbar.
Azalée estará disponible en presentación de 50 y 100 ml, próximamente.