Así luce la ciudad virtual que Zaha Hadid Architects construye en el metaverso

La historia antigua decía que Internet nos liberaría. La promesa de una red interconectada donde la información fluyera libremente parecía la respuesta lógica para un mundo mejor, pero como suele suceder, las cosas no salen como las planeamos.

Ahora gran parte de nuestra vida transcurre en Internet, pero nadie puede notar esa libertad, más bien muchos sienten que ahora somos esclavos de nuestros smartphones y de las redes sociales. La denominada web 1.0 y web 2.0 se transformaron en algo lejos de la utopía con la que soñamos. Ahora con el desarrollo del metaverso y la web 3.0 hay quienes están luchando por hacer de este nuevo universo algo realmente libre y descentralizado.

El metaverso promete que ya las grandes empresas ya no serán dueños del espacio virtual (ni de nuestros datos) y ahora el usuario tendrá verdadera libertad, por eso algo como Liberland, una micronación que no ha sido reconocida a nivel mundial, pero que existe en un pequeño terreno de siete kilómetros cuadrados entre Croacia y Serbia, es perfecta para desarrollar un espacio dentro en el metaverso. Y qué mejor que este lugar sea diseñado por Zaha Hadid Architects, una de las firmas de arquitectura más importantes del mundo.

Así luce la ciudad virtual que Zaha Hadid Architects construye en el metaverso - liberland

Liberland es un lugar libertario donde la libertad individual es valorada sobre todas las cosas. Esta ha sido una utopía imposible de alcanzar en el mundo real (para algunos realmente se trata de una distopía, pero esa es otra historia), pero en el metaverso puede ser el sitio donde realmente pueda demostrar su verdadera capacidad. Zaha Hadid Architects han tomado el reto en serio y a pesar de usar una estética con la que ya estamos familiarizados, su trabajo virtual les permite ir más allá y formar una verdadera identidad nacional apoyada por el sistema económico.

La propuesta de Zaha Hadid Architects enfatiza el movimiento y la fluidez, casi ningún elemento tiene lineas rectas que recuerden a los edificios burocráticos del pasado, sino que invierte en desapegarse de ellos y caminar hacia lo que suponen que es el futuro, uno donde cada persona sea libre de hacer lo que quiera siempre y cuando deje vivir a los demás, una metáfora perfecta de lo que el metaverso puede ser.