El vino mexicano está pasando por su mejor momento. En los últimos años el boom de esta bebida en México se ha disparado, haciendo que la demanda pueda incluso superar la oferta. De hecho, el mercado mexicano se ha enamorado tanto del vino que produce que muchas veces es difícil exportarlo. Es por eso que el 43º Congreso Mundial de la Viña y el Vino es la oportunidad perfecta para que el mundo del vino venga a México y descubra qué es lo que nosotros sabemos desde hace mucho.
Al tratarse de un evento de tal magnitud, donde expertos en vino, desde el enfoque gastronómico hasta el tecnológico y científico, el Congreso Mundial de la Viña y el Vino ha decidido hacer algo único en su historia: juntar a los mejores viñedos de México para la creación de una botella única que sintetice y exprese lo que es el alma del vino mexicano.
Se trata de la primera vez en la historia del país que 33 viñedos mexicanos y 22 enólogos de las mejores casas vinícolas del país, se unen para crear una edición exclusiva de Vino Conmemorativo. Aunque se trata de una ocasión especial, que es para celebrar el 43° Congreso Mundial de la Viña y del Vino, que se llevará a cabo en Ensenada, Baja California, del 31 de octubre al 04 de noviembre. Esto es algo que se había dejado pasar por mucho tiempo y que hoy puede ser una nueva oportunidad para que haya más colaboraciones entre viñedos y bodegas.
De acuerdo con el Consejo Mexicano Vitivinícola, la producción de este vino edición especial estará limitada a 6 mil botellas, y será presentada en los eventos más importantes del Congreso, como la cena de gala y la comida de clausura. El Vino Conmemorativo está elaborado con un ensamble de uvas de distintas regiones del país; con el apoyo de las bodegas afiliadas al CMV se logró crear esta mezcla que se acerca mucho a la identidad del vino mexicano.
El proceso único de elaboración podrá disfrutarse a través de un mini documental que se presentará en la ceremonia inaugural del evento, y posteriormente podrá verse a través de la página web del Consejo. El Congreso será el único lugar donde los asistentes tendrán oportunidad de catar el vino de edición limitada y comprobar porqué la producción local se encuentra al nivel de las mejores del mundo. Además, será una ocasión impar para promover el talento y la calidad vinícola del país.
La elaboración de esta etiqueta se llevó a cabo gracias a la participación de 33 bodegas mexicanas: Bodega Santo Tomás, Bodegas Domecq, Bodegas Pinesque, Bodega Rivero González, Bodegas y Viñedos La Terquedad, Casa de Piedra, Casa Vitivinícola De Cote, Cava 57, Clos de Tres Cantos, Cuatro Ángeles, Decantos Vinícola, El Cielo Valle de Guadalupe, Freixenet México, Hacienda Atongo, Hacienda Guadalupe, Madera 5, Monte Xanic, Relieve Vinícola, Tierra Adentro, Vinaltura, Vinos Encinillas, Vinos Guanamé, Vinos Las Nubes, Vinos Paralelo, Vinos del Marqués, Vinícola Frague, Vinícola San Patricio, Vinícola Santa Elena, Viñedo Tres Raíces, Viñedos Donato, Viñedos La Redonda, Viñedos Llano Colorado y Viñedos y Bodega Hilo Negro.
Con una colaboración de tal magnitud, nuestras expectativas eran altas, pero sin duda la sorpresa fue aún mayor al probarlo. Se trata de un vino que de verdad expresa lo que se produce en los distintos territorios mexicanos y que puede ser la mejor carta de presentación para cualquiera que quiera descubrir lo que es el vino mexicano.
“Es un vino muy expresivo, con aromas a zarzamora, mora azul y cereza negra (predomina los frutos negros sobre los rojos), un toque de hierbas silvestres, especias dulces, eucalipto, hoja de tabaco, pimienta negra, con ligeras notas cárnicas, cacao fino, piel curtida, y un toque de grafito. En boca, es fresco, muy equilibrado, especiado, con retronasal afrutado, muy buena acidez (acidez media-alta), muy elegante, con taninos maduros y un final largo”
– Rocío Amador, Directora de Guía Peñín.
Para probar este vino conmemorativo es necesario visitar el 43º Congreso Mundial de la Viña y el Vino en Baja California del 31 de octubre al 4 de noviembre. Aquí puedes encontrar más información.