La pandemia ocasionada por el Covid-19 recientemente superó las tres millones de muertes a nivel mundial, una catástrofe fuera de la comprensión y un recordatorio de que la humanidad no es invencible. El virus ha transformado nuestra realidad de manera inimaginable hace sólo un par de años, pero ahora nos encontramos en una camino de transformación.
Ver la luz en medio de la oscuridad siempre será una manera de salir adelante y en estos tiempos, cuando nuestros ojos ya se acostumbraron a una oscuridad oprimente, las siluetas de lo que está por venir nos ayuda a mantener la esperanza. ¿Qué hay de bueno en todo lo que ha pasado? Es una pregunta realmente subjetiva, pero quizas, una de las buenas cosas que realmente nos dejó esta catástrofe fue el avance acelerado de la medicina.
Crear las vacunas en contra de una enfermedad nueva en menos de un año es un logro histórico que por décadas será recordado, pero eso no es todo, gracias a la tecnología que se ha implementado para estas nuevas vacunas, la brecha para encontrar una vacuna en contra de enfermedades como el VIH y el cáncer se ha hecho mucho más pequeña.
Esto no quiere decir que la cura esté cerca de reproducirse a nivel mundial, pero sin duda es gracias a la tecnología ARNm que se implementó en vacunas como la de Pfizer-BioNTech y Moderna, liderada por la científica Katalin Karikó, que no sólo el mundo podrá dejar atrás esta pandemia, sino que nos acercamos más a evitar enfermedades que también han causado innumerables pérdidas humanas.
De acuerdo a los Centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC) de Estados Unidos: Las vacunas de ARNm son un nuevo tipo de vacunas que protegen contra enfermedades infecciosas. Para despertar la respuesta inmunitaria, el sistema de muchas vacunas consiste en inyectar el germen atenuado o inactivado en nuestros organismos. No es el caso de las vacunas de ARNm. En lugar de ello, estas vacunas enseñan a nuestras células a producir una proteína, o incluso una porción de una proteína, que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo. Esa respuesta inmunitaria, que produce anticuerpos, es la que nos protege de infecciones si el virus real ingresa a nuestros organismos.
La tecnología ARNm ha estado en desarrollo y estudio desde hace casi tres décadas, pero el avance era lento, sin embargo, tras el brote de Covid-19 y la necesidad de crear una vacuna, el proceso se aceleró y en 2020 avanzó como nadie lo podía pensar. Científicos de la Universidad de Texas ya se encuentran estudiando y analizando las posibilidades de que esta tecnología se use para tratar el cáncer.
Tal vez estas enfermedades continúen rondando en el futuro, pero con suerte, estas vacunas pueden servir para hacer de ellas algo mucho más fácil de tratar y darle a millones de personas otra oportunidad de vivir sin riesgos.
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