Por Alba Aguilar
No es ninguna novedad que las montañas de Colorado en Estados Unidos son un paraíso para los amantes del esquí y el snowboard durante invierno. Pero lo que muy poca gente sabe es que ese paraíso también existe durante el verano… y es impresionante.
Vail es uno de los pueblos más famosos de esta zona. Es perfecto para pasar unas vacaciones familiares, en pareja o con los amigos, por la variedad de actividades y lugares para visitar. Además se llevan a cabo eventos especiales que dejan grandes recuerdos, como el Vail International Dance Festival.
Este festival se realiza cada año en verano, bajo la dirección artística de Damian Woetzel, en donde estrellas y profesionales de diferentes disciplinas se reúnen para deleitar al público con su talento. El anfiteatro Gerald R. Ford es el escenario en donde los asistentes disfrutan de coreografías de salón, vals, merengue, tango y jazz, entre muchas otras.
También es importante destacar la gran oferta gastronómica de Vail. Nadie puede irse sin visitar restaurantes como Elway’s del Hotel The Lodge, Vail Chophouse, Terra Bistro, Larkspur, Flame del Hotel Four Seasons y Sweet Basil. Sus propuestas son realmente exquisitas.
Para aprovechar los espectaculares paisajes y el delicioso clima en esta temporada, es un must disfrutar de las actividades al aire libre que se ofrecen durante todo el día. Desde las clases de yoga gratuitas por la mañana, hasta los paseos a caballo, clases de pesca, juegos de golf y excursiones caminando o en bici, que recorren los Betty Ford Alpine Gardens o la montaña.
El shopping no se queda atrás. Existe una gran variedad de tiendas en donde se puede encontrar todo tipo de productos. Desde las marcas más importantes de ropa de invierno, hasta el Farmer’s Market, que apoya a todos los productores locales.
Si se quiere una experiencia más íntima, la mejor opción es rentar el Game Creek Chalet del Hotel The Arrabelle. Una exclusiva cabaña en la montaña que consta de cuatro habitaciones, jacuzzi y todas las comodidades. Su ubicación hace que se disfrute al máximo de la privacidad, sus inimaginables vistas y una tranquilidad inigualable. Incluso, la visita incluye el servicio de un chef para disfrutar de una cena personalizada única.
Y es que no importa cuál sea el motivo del viaje o quién sea la compañía. Vail es un destino que tiene todo tipo de experiencias, para todas las edades, en cualquier época del año. Un lugar que siempre nos dejará con ganas de volver.