El ugly sweater ya es parte de una tradición post-navidad donde no tenemos que aceptar que diciembre gira en torno a un día específico, sino que las festividades duran dos o hasta tres semanas. Esta pieza se ha convertido en accesorio recurrente en fiestas de fin de año, cenas de Navidad, posadas e incluso hay fiestas donde el código de vestimenta es llevar un ugly sweater.
La historia de esta prenda no es antiquísima, pero sí interesante. Su nacimiento se remonta a la mitad del siglo pasado, cuando Estados Unidos tuvo un boom en su economía y el consumismo se volvió parte del estilo de vida de la población. Ahí la Navidad comenzó a ser más un evento social que una fiesta religiosa y la industria de la moda comenzó a vender los llamados Jingle Bell Sweaters, o sea, suéteres con diseños navideños que incluso hoy podrían ser considerados retro, pero no feos.
Esta moda duró unos cuantos años y el cambio generacional los olvidó. Esta moda de padres conservadores que buscan el sueño americano fue desdeñada por los baby boomers, los hippies que buscaban revelarse del status quo y del consumismo. Pero como suele suceder cuando una generación crece y otra ocupa su lugar, los jóvenes de los años ochenta vieron en nada más y nada menos que Bill Cosby un modelo de esa moda de antaño.
Hoy el nombre de Cosby es casi un sacrilegio, pero es innegable que durante los años en que su programa, The Cosby Show, estuvo al aíre, él dio vida nueva a esos suéteres exagerados que usaba en casi todos los episodios. De hecho para finales de los ochenta ya era común que los conductores televisivos usaran estos suéteres en las celebraciones navideñas.
El siglo XXI trajo un cambio que inició con una película. En Bridget Jones Diary, Mark Darcy usa un suéter navideño simplemente horripilante, y esa chispa inició un fuego que terminó con un grupo de jóvenes en Vancouver que iniciaron una serie de fiestas con la temática del suéter más feo. Pronto estas fiestas comenzaron a nacer en otros lugares de Canadá y Estados Unidos y eventualmente se convirtieron en eventos masivos que apoyaban a fundaciones y ONG’s.
Para 2007 el boom de los ugly sweaters se disparó y con la llegada de las redes sociales, los más famosos empezaron a presumir sus ugly sweaters hasta que llegamos al día de hoy, donde puedes encontrar estas prendas con diseños que van desde lo más comercial hasta los que tienen elementos de productos de nicho. De hecho, para algunos el ugly sweater ya es una tradición millennial que hay que dejar atrás, pero su revenue es tan grande que las empresas no soltarán la moda en muchos años.
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