Por Regina Lázaro
Son realmente muy pocos los museos en los que las obras pueden tocarse, evidentemente es una cuestión que implica el cuidado y seguridad del trabajo del artista, además de respeto por parte del espectador. Pero de manera insólita, el Museo Nacional de San Carlos ha puesto en exhibición algunas obras en las que es posible sentir la textura y técnica usada por el pintor.
La sala táctil del museo, tiene al menos 3 reproducciones de obras que pertenecen a la corriente del barroco (Camino a Damasco; El Cristo de la Piedad; Magdalena y los ángeles de Ciro Ferri) y una obra del neoclásico hecha por Francisco de Goya (La Aguadora). Además, la exposición es complementada con un mapa tridimensional de Europa y América, y un par de esculturas que resumen la historia del edificio.
Entre otras cosas, el museo busca acercarse a los invidentes a través de su sala táctil que también incluye explicaciones en cédulas con texto braile. La experiencia que se podrá vivir en el recinto ubicado en Puente de Alvarado No. 50, Col. Tabacalera, es gratuita.