Luis Filcer fue uno de los pocos artistas expresionistas que se dieron a conocer a nivel mundial. Durante el siglo XX, Filcer llenó un hueco en un país donde el muralismo era la norma y al expresarse de manera distinta no tuvo tanta recepción como los grandes maestros, pero sí tuvo una prolífica carrera.
Ahora, a más de tres años después de su muerte, el artista finalmente comienza a ser reconocido como lo que fue, un intelectual que cambió la manera de ver la vida a través del arte, de su ingenio y de su peculiar sentido del humor.
Un fiel admirador de van Gogh desde que era pequeño, Filcer supo plasmar la condición humana en los personajes que retrataba. Bastaban unos pincelazos para crear mundos oníricos donde cada rostro, a pesar de estar constituido por unos cuantos trazos, podía hacernos sentir tanto que nos desbordaba.
Filcer nació el 4 de julio de 1927 en Ucrania, por lo que desde pequeño tuvo que vivir los horrores de la guerra en su país natal y al poco tiempo huir a México como refugiado. Irónicamente, casi un siglo después de eso, su país repite la misma historia y muchos se preguntan, ¿cómo habría manejado Filcer esta situación?, ¿Qué habría pintado?
La exposición The Theater of Life, organizada por su hijo Alex Slucki, reúne cerca de 70 obras del artista. Se trata de una de la colección más representativa de Filcer en México (el resto reside en Holanda donde el artista vivió por dos décadas). Además de Slucki, la viuda de Filcer, así como muchos de sus amigos en la comunidad de San Miguel de Allende fueron parte esencial para crear este merecido homenaje.
Estudio Core es el espacio donde las obras de Filcer lucen como si estuvieran en un museo vanguardista. El espacio de Claudia Grajales es uno de esos distintivos de San Miguel de Allende donde una casa de diseño puede convertirse en museo temporal sin romper el sentido estético de la obra ni del espacio.
Además de la magnífica exposición temporal, los amigos y familiares de Filcer crearon el primer libro/catálogo con una edición limitada a 100 piezas para recopilar la vida y trabajo del artista.
Todas las fotografías fueron tomadas con un motorola Edge 20 Pro.
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