El aguacate es una de las frutas más populares y afortunadamente, saludables en la cocina. Este ingrediente cremoso y de color verde tiene la capacidad de volver todo mucho más delicioso, ¿a poco no?
Los platillos a los que podemos agregar una o varias rebanadas parecieran interminables, pero… todos lo hemos vivido, ese delicioso aguacate que abrimos para disfrutar durante la comida, termina oxidándose a las pocas horas si no lo comemos completo.
Esto se debe a que los aguacates tienen una enzima llamada polifenol oxidasa debajo de la piel. Una vez que se corta el aguacate, la enzima entra en contacto con el oxígeno en el aire y le cambia el color (café) a la superficie de la pulpa. Afortunadamente, hay varias soluciones comunes a este problema y las compartiremos contigo ahora:
Jugo de limón
Probablemente el truco del limón es el más popular de todos. Lo único que tienes que hacer es frotar la parte del aguacate que está en contacto con el aire con la mitad de un limón. El acido cítrico del limón es el que ralentizará la oxidación del aguacate. Conserva el aguacate en un lugar fresco en un recipiente hermético o envuelto con plástico para que dure un poquito más.
Aceite de oliva
Cepilla la pulpa del aguacate con un aceite de oliva que no tenga sabor fuerte. El aceite evita que el aire toque la parte de la fruta que está expuesta, evitando esa oxidación y esas rayas marrones que no nos gustan. Almacena en un recipiente hermético en tu refrigerador hasta que desees consumir el resto.
Cebolla cortada
Coloca un cuarto de cebolla morada en el fondo de un recipiente sellable y coloca el aguacate con la pulpa hacia arriba en el lecho de cebolla. Los vapores de la cebolla evitarán que el aguacate se oxide, se supone que como las cebollas no tocan la parte del aguacate que comes, no hay transferencia de sabor.
*NOTA: Todos estos métodos retrasarán el proceso de oxidación, pero pueden afectar el sabor o la textura de la pulpa de aguacate.
Blanqueado
A diferencia de los métodos anteriores, el blanqueado permitirá conservar mucho mejor las características de color, textura y sabor.
Llena una sartén con agua fría y pon a hervir. Prepara otro recipiente con agua fría y agrega una cantidad generosa de hielo. Use una cuchara ranurada para colocar cuidadosamente un solo aguacate (no demasiado maduro) en la olla de agua hirviendo, utiliza un temporizador para asegurarte de que el aguacate permanezca ahí solo 10 seg. Retira rápidamente y mételo al agua helada, retira cuando se haya enfriado por completo y seca con una toalla. Repite el procedimiento para cada aguacate con agua hirviendo nuevamente y más hielo si es necesario.
Una vez cortado, pasarán varias horas, al menos cuatro horas, antes de que el aguacate comience a oxidarse. ¡Disfruta con tus platillos favoritos!
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