Es 2022, ¿realmente necesitamos una serie postapocalíptica sobre una gripe que rápidamente se esparce por todo el mundo? La respuesta sería no, si no se tratara de Station Eleven. La serie está basada en el libro de Emily St. John Mandel y fue ordenada antes de que la pandemia iniciara.
Quizás en ese momento habría sido recibida de distinta manera, pero tras dos años de estar sumergidos en una verdadera pandemia, este show es uno de los más relevantes del momento. La serie nos muestra una versión exagerada (algo que quizá antes no habríamos sabido) de una gripe que se expande rápidamente por todo el mundo. Con una mortalidad del 99% y un periodo de incubación casi inexistente (no pasa más de un día desde que uno se enferma hasta que muere), la sociedad se derrumba en cuestión de semanas, por lo que los personajes tienen que tomar decisiones drásticas rápidamente.
La serie inicia con Arthur Leander (interpretado por Gael García Bernal), un actor interpretando al rey Lear en una obra de Shakespeare. En medio de una escena, parece sufrir un infarto y muere frente a todos, incluida una pequeña niña llamada Kirsten y un joven llamado Jeevan. Aunque ese es el final para el personaje de García Bernal, aparece a lo largo de la serie por medio de flashbacks, demostrando ser un punto de partida para todos los personajes que conocemos a lo largo de los 10 episodios de la miniserie.
Pasando del terrorífico 2020 cuando la gripe azota al planeta, la serie salta 20 años al futuro con una Kirsten adulta que viaja alrededor de la zona de los grandes lagos en Canadá en un teatro sobre ruedas. Así vamos aprendiendo un poco más sobre cómo es la vida después del fin del mundo y cómo no siempre tiene que ser un lugar completamente salvaje donde no hay espacio para el arte, el amor o la creatividad.
Sin duda la serie puede sonar repetitiva para muchos y comparándola con la realidad muchos se pueden preguntar por qué verían algo que puede sentirse tan cercano a nosotros, pero la serie, sin tocar lo cursi (y con muchos momentos de crudeza) hace un gran trabajo al ver la vida después del fin del mundo como algo esperanzador. Cuando todo está perdido sólo queda empezar de nuevo. Claro, siempre habrá detractores y en esta serie aparecen en forma del “profeta”, un joven que comienza a secuestrar a los niños de la región y los une a una secta que rechaza todo lo que tenga que ver con el mundo de antes.
Station Eleven está disponible en HBO Max y sin duda es una de las mejores miniseries del año.
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