En muchas cosas, las opiniones se dividen en polos como: ¿el papel de baño se pone por arriba o por abajo? ¿Dormir con las sábanas apretadas o sueltas? y claro, ¿es mejor bañarse en la mañana o en la noche? La mayoría (creo), respondería que la mañana es la opción obvia, por ser la más lógica. Por otro lado, irse a dormir después de un rico baño, no tiene precio.
Es muy personal, por ejemplo, aquellos que tienen dificultades para despertarse, una ducha matutina puede hacer una gran diferencia. Puede aumentar el estado de alerta, y prepararnos para el día. Pero la ciencia parece decirnos que tal vez deberíamos hacerlo por las noches por dos razones y aquí te las explicamos.
Los dermatólogos dicen que el baño vespertino es bueno para la piel porque la limpia antes de dormir. Básicamente, siempre hay algo en el aire (suciedad, gérmenes, contaminación) que vamos recogiendo durante el día y se queda en nuestra piel. Si lo piensas, (¡ew!) lo último que quieres hacer es dejar eso en tu piel mientras te acurrucas en almohadas y sábanas durante ocho horas.
Si padeces de alergias, un baño nocturno es mejor para quitar el polen y polvo de la piel y el pelo antes de intentar conciliar el sueño, notarás la diferencia inmediatamente. También funciona si te bañas en cuanto entras por la puerta a la hora que sea. Pero si lo hacer en la noche, también afecta positivamente tu ritmo circadiano (de sueño). Los expertos en sueño señalan que una ducha nocturna cambia la temperatura del cuerpo de una manera que puede ayudar a dormir más rápido y más fácilmente.
La temperatura de tu cuerpo tiende a ser más alta durante el día, cuando estás activo. Pero conforme se acerca la hora de acostarse, comienzas a sentir sueño y la temperatura del cuerpo disminuye. Si te bañas con agua tibia aproximadamente una hora a 90 minutos antes de acostarte, tu temperatura aumentará brevemente y luego disminuirá rápidamente al salir. Ese efecto te ayuda a dormir más rápido, por lo que es un buen truco para quienes tienen dificultades para conciliar el sueño. Y el resto ya lo sabes, entre mejor descansas, mejor funcionas.
La conclusión es que, la hora exacta de tu baño no es crítica, pero puedes obtener mayores beneficios de hacerlo por las noches. Si estás tratando de lidiar con el estrés en el trabajo o dormir más, cambiar la hora puede ser el truco perfecto para ti (y tu piel).
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