De un tiempo para acá todas hemos caído en el mundo del skincare, dentro de este, las sheet masks o mascarillas de papel se volvieron una obsesión por su facilidad para aplicar en cualquier momento del día. Gracias a esto, existe una para cada necesidad de tu piel pero lo cierto es que solo se utilizan una vez y si sumamos la cantidad de mascarillas que utilizas al mes, la cantidad de basura que generan puede llegar a ser ridícula.
Con esto no quiero decir que las mascarillas de papel son una mala idea, pero existe una alternativa mucho más amigable con el medio ambiente: comprar una mascarilla de algodón o silicón, que pueden ser re-utilizadas una y otra vez. Ahora, si lo tuyo es experimentar, la buena noticia es que las mascarillas de algodón son muy fáciles de fabricar tú misma en casa con ingredientes que probablemente ya tienes.
Solo necesitarás una camiseta de algodón que ya no utilices, cortar de acuerdo al tamaño de tu cara y cortar agujeros para los ojos, boca y nariz. Luego, si quieres puedes coser los bordes con unas puntadas en zigzag para evitar que se deshilache, y ¡listo!
A continuación compartiremos contigo el paso a paso para una mascarilla DIY, podrás utilizarla tantas veces sea posible y personalizarla por completo de acuerdo a las características de tu piel.
1. Encuentra una camiseta vieja
2. Dibuja un ovalo grande con ojos, boca y un corte largo para la nariz.
Haz lo mejor que puedas, es tu oportunidad de sacar tu lado más artístico. Será mejor que quede grande, así podrás recortarla en lugar de faltarte tela.
3. Recorta siguiendo el contorno del rostro dibujado.
4. Sumerge por completo en la combinación de ingredientes líquidos que necesite tu piel, por ejemplo:
– Té de manzanilla: Ayuda a calmar la piel y reducir el enrojecimiento
– Aceite esencial de árbol de té con agua tibia: Ayuda a combatir el acné
– Aceite esencial de lavanda: Ayuda a reducir los poros
– Leche de avena: Ayuda a hidratar la piel (mezcla la avena en agua tibia durante 5 minutos y cuela, usa el líquido)
– Té verde: Ayuda a combatir los signos del envejecimiento
– Miel y limón: Actúa como una exfoliación química suave
– Arcilla de bentonita o caolín: Ayuda a extraer el sebo no deseado de la piel
– Carbón activado: Ayuda a desintoxicar la piel
– Agua de rosas: Para suavizar la piel
– Aloe vera y Cúrcuma: Ayuda la piel grasa (la cúrcuma puede manchar de amarillo, así que usa una pequeña cantidad)
– Yogur y avena: Ayuda a limpiar profundamente los poros
– Aceite de oliva y miel: Ayuda a hidratar la piel
– Aspirina: Disuelve algunas aspirinas en agua para ayudar a eliminar los puntos negros
– Jugo de tomate: Puede ayudar a aclarar la piel
– Agua de arroz: Puede ayudar a tensar la piel flácida; ideal para pieles sensibles (remoja el arroz en un poco de agua como la leche de avena)
Esta es solo una pequeña lista de lo que puedes usar en tu mascarilla. Si tienes una producto facial favorito, puedes usarlo, simplemente agrega agua destilada para hacerla líquida. Puedes agregar de 3 a 4 gotas de tu sérum o productos de skincare favoritos también. Finalmente, deja reposar sobre tu rostro por 15-20 minutos.
Para volver a utilizar tu mascarilla, solo deberás lavarla a mano y disfrutar de sus beneficios una y otra vez.
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