¿Te ha pasado que tu mejor amiga y tú coinciden hasta en el periodo? Desde hace décadas se cree que cuando las mujeres viven juntas, conviven o tienen una relación muy estrecha suele coincidir en la fecha de su periodo. Este es un planteamiento que sigue vigente desde 1917, propuesto por Martha McClintock —una psicóloga de Harvard— quien estudió a 135 mujeres en un dormitorio universitario.
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El análisis se basó estudiar a las estudiantes por ocho ciclos consecutivos y notar alguna disparidad o semejanza debido a su interacción social. Al principio, los ciclos se separaba ocho o nueve días en promedio. Pero al finalizar la muestra, tan solo cinco.
Desde ese entonces el fenómeno de sincronía surgió y desde pequeñas todas hemos tenido esa idea preconcebida en la cabeza. Aunque la crítica constante al trabajo de McClintock y con la negación de muchas a creer en esta controversial teoría ha surgido la pregunta: ¿Es verdad o mito?
Un estudio realizado por Beverly I. Strassmann demostró, bajo simples matemáticas, que los ciclos normales tardan 28 días y que el mayor tiempo de diferencia entre el ciclo de una mujer con el de otra podría ser de 14 días. Eso, si ambas fueran completamente regulares. Por lo que el promedio básico es de siete días de diferencia.
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Si a esto le sumamos el tiempo que convivimos con otra persona en meses (ej. roomates en la universidad 4-6 meses al semestre), que sufras de algún padecimiento o enfermedad, perdida de peso, stress, el uso de anticonceptivos o algo que pudiera alterar el ciclo, quedaría muy poco margen de diferencia entre el ciclo de una mujer a otra y es donde se manifiesta el efecto de sincronía.
Varios estudios más se han realizado: mujeres en Africa aisladas durante su periodo, mujeres en china que vivían juntas y algunas parejas gay. Ninguno definió exactamente la teoría de sincronía, sino únicamente aclararnos que cada una tiene el control absoluto de su propio periodo.
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Así que la próxima vez que tú y tu mejor amiga, alguna compañera del trabajo o tu hermana, tengan que ir a la farmacia juntas, olvídate de este mito por completo. Recuerda que cada cuerpo es diferente.
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