Para muchas personas, considerar un divorcio puede sentirse como un fracaso o rendirse. Definitivamente no es una decisión fácil de tomar, especialmente cuando hay niños y finanzas involucrados. Pero eso no significa que sea poco común que te pase por la cabeza cuando estás perpetuamente infeliz en tu relación.
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Recuerda que no tiene nada de malo considerarlo y mucho menos tomar la decisión definitiva. ¿Cómo saber cuando ya es momento de pensar realmente en hacerlo? Cuando al momento de analizar la relación y sus diferentes aspectos hay focos rojos que no se deben dejar pasar. A continuación te compartimos algunos que debes contemplar y aceptar que debes hacer algo al respecto.
Tu pareja abusa de ti o tus hijos
Este es un tema difícil pero conciso. Si tu pareja abusa de ti (física, sexual o emocionalmente), permanecer en ese matrimonio te pone en riesgo. Lo mismo ocurre si tu pareja crea la misma situación con tus hijos.
Ya no te comunicas
Lo hemos escuchado una y otra vez, pero la comunicación es realmente clave. La buena noticia es que los problemas de comunicación pueden solucionarse con alguna terapia profesional. El punto es que ambos estén consientes del problema que se debe trabajar.
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Tu pareja no te da libertad financiera
Se puede abusar financieramente si tu pareja te controla con dinero. Pero esto puede ser complicado, especialmente si dependes de tu pareja financieramente o si tienes hijos. Podría ser tentador soportarlo, incluso si tu pareja se niega a recibir ayuda.
No hay intimidad
Similar a la comunicación, la intimidad ya sea física o emocional, puede mejorarse con el tiempo y con ayuda profesional. Pero si ya recibiste ayuda profesional y todavía falta intimidad en la relación, entonces necesitas ir más allá del problema. Es una necesidad importante, no lo pierdas de vista.
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Ya no hay confianza
Si tú no confías en tu pareja o viceversa podría ser una señal de que es hora de divorciarse. Pero la verdad es que, a menudo, la confianza se puede reparar. Solo toma un tiempo y el responsable que la rompió debe comprometerse a repararla.
Tu pareja no te respeta (o viceversa)
Si tu pareja no te respeta o te resulta difícil respetar a tu pareja, es probable que sea hora de evaluar la salud del matrimonio. Especialmente si ya intentaste establecer límites alrededor de eso. Aunque claro, hay algunos factores que podrían no justificar un divorcio. Por ejemplo, si alguno de los dos padece una enfermedad mental y ocasionalmente faltará el respeto cuando lucha contra esa enfermedad.
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