Por Paulina Gutierrez
Los chilaquiles son el platillo por excelencia para curar crudas, mal de amores y antojos mañaneros. Tortilla frita, salsa, crema, queso y cebolla son los elementos para crear el plato perfecto. La posibilidad de salsas es infinita, aquí te presentamos algunas para salir de la rutina.
Chile pasilla mixe
Para darle un toque de sabor ahumado a tus chilaquiles el mejor chile que puedes utilizar es el chile mixe. Se cultiva en el mes de octubre (después de las lluvias), los agricultores lo secan y ahuman por una noche. Por eso, el sabor es tan especial. Para la salsa, puedes poner a hervir jitomates, 3 chiles mixe (si te gusta el picante), semillas de cilantro, sal y pimienta. Posteriormente licua, corrige el sabor y cuela.
Chile habanero
Si le quieres añadir un kick extra de sabor a la salsa verde de tomatillo, usa un poco de habanero para realzar el sabor. Recuerda que este chile es súper picoso, así que sé moderado, sólo un toque puede quedar bien. Si te queda muy picante, añade más tomatillo o (en el peor de los casos) añade una cuchara de crema de rancho para neutralizar el sabor.
Chile morita
El chile morita tiene cierta acidez que añade un toque casi umami a tus platillos. Para la salsa de chile morita, hierve con un poco tomatillos y cebolla blanca. Después muele todo en la licuadora y ponlo a hervir. Para completar tus chilaquiles añade queso añejo y crema fresca. Con barbacoa quedan muy bien.
Este contenido fue publicado originalmente en Food & Wine México.
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