La Reina Isabel II dejó una misteriosa carta que no podrá abrirse hasta 2085

La Reina Isabel II dejó una carta escrita a mano muy misteriosa que pidió se abriera hasta el año 2085. La Soberana falleció el día 08 de septiembre del 2022 y su funeral de estado sucedió el 19 de septiembre tras diez días de duelo.

La despedida a la Reina que estuvo por más de 70 años en el trono inglés fue sumamente conmovedora porque además se televisó para millones de personas en el mundo. Tuvo alrededor de dos mil invitados entre los que destacaron por supuesto toda la Familia Real reunida, gobernantes de otros países y Casas Reales aliadas.

La misteriosa carta que dejó la Reina Isabel II

Poco a poco han surgido datos sobre la madre del ahora Rey Carlos III que han causado la intriga del mundo entero. Se recordó que Isabel II escribió una carta en noviembre del año 1986 que únicamente ella conocía el contenido. Es totalmente un misterio pues dejó la instrucción que no se abriera hasta el año 2085; es decir, casi un siglo después de haberla hecho.

La intrigante carta se encuentra encapsulada en un edificio dedicado a la Reina Victoria, su tatarabuela, construido en 1898 en Australia. La clara instrucción que dejó la Reina Isabel II fue «El día indicado que usted decida en el año 2085, por favor abra este sobre y transmita mi mensaje a los ciudadanos de Sidney». La firmó simplemente como «Isabel»

Se dice que nadie más conoce el contenido de esa carta, ni los empleados que trabajaron directamente con ella por más de 70 años. La Reina Isabel visitó Australia en casi 20 ocasiones durante su reinado, la última vez que estuvo en el país fue en el año 2011.

¿Quién abrirá la misteriosa carta de la Reina Isabel II?

La Reina Isabel II además de la fecha, dejó la instrucción que el alcalde de Sidney en turno fuera el encargado de abrir el sobre y transmitir el mensaje al pueblo australiano. Por supuesto que ha causado mucha intriga el contenido y las redes sociales cada vez se llenan más de teorías sobre lo que pudo haber dejado escrito la siempre recordada Monarca.