Loki se perfila para ser la mejor serie del MCU hasta el momento. Las nuevas series de Disney+ son creadas por Marvel Studios y no por Marvel Television como lo fueron las que originalmente aparecieron en Netflix. Esto supone mayor presupuesto (de hecho, las series parecen películas tanto en producción como en los actores que aparecen) y también que las cosas que pasen en los episodios de cada serie impactarán profundamente el desarrollo de las películas que se estrenarán próximamente.
Para este momento ya es más que claro que tanto WandaVision, como Loki, están cocinando lo que sucederá en Doctor Strange in the Multiverse of Madness y por eso, esta serie, que parecía ser relleno entre las grandes producciones por tratarse de un personaje cuyo destino ya conocíamos, ahora es pieza clave para expandir el universo de Marvel (uno donde las infinity stones pasaron de ser lo más importante en la historia a ser simples pisapapeles.
Mientras WandaVision es imposible de entender hasta que te adentras en el cuarto episodio, Loki nos ha dado tantas respuestas como nuevas preguntas en tan solo dos capítulos. Este episodio comienza con el primer trabajo de campo de Loki, una visita a una feria del Renacimiento en Wisconsin en 1985 (suponiendo que cada viaje en el tiempo implica un suceso importante, lo más cercano a esto es una visita de Ronald Regan a esa región durante ese año) donde intenta usar sus trucos para engañar a la TVA.
Sin tanta acción como esperamos, el capítulo brilla por las conversaciones, sobre todo esas entre Loki y Mobius que han hecho que este duo que parece jugar al gato y el ratón como en Catch Me If You Can se convierta en uno de los favoritos de todo el MCU.
Aprendimos que durante mucho tiempo, la TVA ha atrapado a otras variantes de Loki, una que incluso parece haber ganado el Tour de France, pero que nada se compara con la que está suelta. También aprendimos que Loki puede pasar de un antihéroe de acción a un detective/burócrata sin arruinar la diversión.
Y es gracias a ese trabajo que Loki (nuestro Loki) descubre que la variante puede estar escondida en los eventos apocalípticos como Ragnarok (al ver el expediente puedes descubrir que en ese evento estuvieron involucrados los Revengers, y en algún lugar Thor debe estar sonriendo).
Así es como descubrimos que los dulces del episodio anterior, que aparecieron en Francia en el siglo XVI, sólo existieron entre 2047 y 2051, por lo que Loki y el equipo viajan a Alabama en el año 2050, donde un huracán destruye una tienda Roxxcart. Desde hace años esperamos un vistazo al futuro en el MCU y Loki nos lo da en una especie de Walmart futurista donde al parecer seguimos usando plástico para todo (lo que nos puede dar un insight de porqué hay tantos eventos catastróficos durante esa época) y la guarida perfecta para la variante.
Es en esos últimos minutos que el personaje encapuchado se muestra y para sorpresa de pocos, se trata de Lady Loki, interpretada por Sophia Di Martino. Ella cuenta con la corona típica de Loki, pero rota de un cuerno, una referencia a Loki: Agent of Asgard publicado en 2014. Lady Loki es conocida en los cómics por ser un tanto problemática y melodramática, algo que no va de acuerdo a las nuevas historias de Marvel, por lo que a pesar de ser un personaje conocido, podemos esperar que su arco sea completamente diferente (posiblemente mucho más centrado en una búsqueda personal y no en una historia de amor) y por lo tanto mucho más interesante. Basta recordar que ella le dice a Loki que tiene muchas cosas por hacer.
El episodio termina con un gancho que nos hace querer dormir y despertar hasta el próximo miércoles, pues Lady Loki no sólo huyó y Loki la siguió, dejando su destino en suspenso, sino que también detonó las granadas de tiempo que crearon nuevas líneas temporales y parecen dar inicio a una nueva guerra de multiversos.
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