Un frasco rojo colgando de la ventana es la invitación a alimentar a uno de los animales más increíbles que podemos encontrar en la CDMX, una pequeña ave que llega a dar los buenos días justo cuando el sol se refleja en las paredes y se nos anuncia que hoy será un buen día. Un bebedero de colibrís realmente puede transformar tu vida.
Con un máximo de 15 centímetros de altura y menos de 10 gramos de peso, los colibrís son hipnóticos para los humanos. Su aleteo parece invisible por lo rápido que es, pues va de 20 a 50 veces por segundo y en momentos especiales logra hacer incluso 100. Hay muchas curiosidades sobre estos pequeños pajarillos.
No le niegues un poco de néctar a estos animales tan especiales, por eso te daremos algunas razones por las que deberías poner un bebedero de colibrís cuanto antes.
Su vuelo
Como lo hemos dicho, el vuelo de los colibrís es hipnótico, ¿no te gustaría despertar viendo el baile en el aire de estos pequeños animales justo fuera de tu ventana?
Su agilidad
Los colibrís fueron la inspiración para los drones más pequeños usados por el ejercito estadounidense, pero ni siquiera con un presupuesto multimillonario pudieron mejorar lo que los colibrís hacen a la perfección, pues en promedio, los animales vuelan 20 % mejor que los drones basados en ellos.
Su energía
Si un colibrí fuera del tamaño de un humano, quemaría 10 veces más calorías que los mejores atletas del mundo rindiendo al máximo, por eso ellos pueden trabajar y transformar la glucosa y la fructuosa por igual. Sin embargo, la mejor manera de ayudarlos, es poner un bebedero para colibrís y sólo darles el alimento certificado.
Te recordará
Los colibrís son los niños hiperactivos más rápidos del mundo. Por la cantidad de energía que necesitan, estas aves tienen una excelente memoria que les permite recordar donde está cada flor en la que consiguieron alimento y si tú los ayudas con un bebedero, significa que siempre tendrás una visita en tu ventana que realmente sabe quién eres.
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