Lo más importante: no entres en pánico. Que te propongan matrimonio con un anillo de compromiso que no te gusta puede traer consigo ciertas inseguridades. Por ejemplo, uno de tus peores miedos es que tu prometido no sepa qué anillo eres tú, por lo tanto ¿no te conoce lo suficiente?
Antes de hacer esto más grande, toma un minuto y piensa bien las cosas. Recuerda que no quieres arruinar nada, ni herir sus sentimientos por algo material. Si él te propuso matrimonio, claramente quiere estar contigo el resto de su vida. Así que respira y haz lo siguiente:
Indirectas no directas
Si sientes que llegó el momento y tu novio pronto hará la pregunta, ésta es tu oportunidad de soltar algunas indirectas que lo dirijan al anillo indicado. El caso es no decirle exactamente cuál es el que quieres. Por el contrario, es mejor darle algunas pistas del estilo y la forma. Haz énfasis en lo que no te gusta. Él estará eternamente agradecido de estos tips y tú estarás más tranquila.
Intenta verlo desde su perspectiva
Si la propuesta ya sucedió y tu peor pesadilla se hizo realidad, respira. No significa nada. Puede ser que él decidió ese día que tú eras la indicada y se apresuró a comprar el anillo. Pregúntale las razones por las que eligió ese modelo. Tal vez su historia valga más que tu opinión. Intenta verlo desde su perspectiva, eso puede cambiar tu totalmente tu punto de vista.
Considéralo por unos días
Lanzar un argumento después de la propuesta es algo que definitivamente no quieres hacer. Posterga la conversación por unos días y no pienses en eso. Disfruta estar comprometida con el amor de tu vida. Si le das tiempo, verás todo de una manera más objetiva. Y tal vez aún no lo sepas, pero el anillo puede llegar a gustarte más de lo que crees.
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Decide exactamente qué es lo que no te gusta
Si estás completamente segura de que no es tu estilo, comienza por decidir qué es lo que no te gusta. Evalúa cada detalle y el por qué de tu decisión. Para tu tranquilidad, trata de no compararlo con el anillo de tus sueños y no saques conclusiones apresuradas.
Busca una segunda y tercera opinión
Pide la opinión de alguien cercano a ti, que te conozca perfecto y pueda darte una respuesta sensata. Algún miembro de tu familia, tu mamá o tu mejor amiga pueden ser una buena opción. Trata de no comentar tus expectativas y no predispongas su respuesta. Su opinión clara puede ayudar a que sepas que no es tan malo como crees.
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Es hora de hablar
Si con estos consejos no lograste la tranquilidad que esperabas, lo mejor es hablar con tu prometido de una manera honesta y directa. Puede ser que hieras sus sentimientos, pero al menos no habrá secretos entre ustedes dos. Haz mucho énfasis en lo mucho que lo amas y de que no se trata del valor material. Un anillo de compromiso es un símbolo de amor y lo usarás por un largo tiempo. Él apreciará tu sinceridad.
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