Llega el momento de cambiar de horario, los días comienzan a ser más cortos, nublados y fríos. Llega el invierno y comienzas a sentirte con menos energía, antipático, y ligeramente deprimido. El trastorno afectivo estacional (SAD por sus siglas en inglés) es una cosa real y afecta a un porcentaje de la población cada año. Los síntomas comienzan a finales del otoño y continúan durante los meses de invierno, haciéndote sentir un poco más apagado y no tanto como tú mismo.
No hace falta un psiquiatra para confirmar que el mal tiempo afecta tu estado de ánimo. Si llueve, las cosas pueden ponerse un poco sombrías, y si está soleado, es más fácil tener energía y comenzar el día. Claro que hay razones por las que amamos el invierno, vienen vacaciones, Navidad, chocolate caliente y celebraciones. Pero fisiológicamente, la mayoría de nosotros recibe menos luz solar durante el invierno y eso tiene un impacto directo en nuestro estado de ánimo. Para algunas personas, puede ser lo suficientemente malo como para convertirse en una forma de depresión que es el trastorno afectivo estacional.
Pensemos en que una fuerza impulsora para nosotros es la luz solar. La luz afecta la cantidad de serotonina en el cerebro, que es un neurotransmisor que ayuda a regular nuestro estado de ánimo. Menos luz hace que nuestros cuerpos produzcan más de una proteína llamada SERT, lo que reduce la forma en que el cuerpo reacciona a la serotonina y finalmente causa depresión. No tiene que ser una depresión muy grave, basta con que dejes de sentirte con energía o que ya no disfrutas actividades que antes sí.
Según la Clínica Mayo, los síntomas específicos para el SAD de invierno pueden incluir dormir de más, cambio de apetito, específicamente con antojo por alimentos altos en carbohidratos, subir de peso, cansancio o poca energía. Así es como puedes identificar que es más común de lo que creemos y que, no es tu culpa no sentirte al 100 todo el tiempo durante ésta época del año.
A veces puede ser difícil discernir, pero siempre recuerda que si estás dejando de sentirte bien y con ánimos, es bueno recurrir a un experto en salud mental. Si te sientes triste pero con ganas de hacer algo al respecto, hay otras formas de manejar este trastorno. Procura salir a caminar y tomar aire fresco y sobre todo, sol. Haz esfuerzos por reducir tus niveles de estrés y busca momentos para cuidar de ti en silencio y paz. Busca alguien con quién platicar sobre cómo te sientes y busca alimentos reconfortantes pero sanos. Si te sientes afectado por el SAD, recuerda: es temporal y siempre SIEMPRE es buena idea pedir ayuda.
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