Todos algunas veces sentimos como si algo no estuviera bien con nosotros mismos. Algo que nos pesa o lastima y nos hace sentir “quemados” mentalmente. Esto pareciera no tener mucha importancia al inicio, pero conforme pasan los días, nos sentimos inservibles o hartos de todo, hasta de las cosas que nos hacen felices. Así que si alguna vez presentaste este sentir, aquí te explicamos todo sobre el burnout para que lo evites.
El burnout, se relaciona mucho con el estrés crónico de las personas y tuvo su primera aparición en 1974 por Herbert Freudenberger, en su libro “Burnout: The High Cost of High Achievement”. De ahí se globalizó el término como algo emocional. Es tan sonado en estos días como algo común entre las personas que padecen de estrés que incluso la OMS ya lo reconoce como enfermedad.
Se puede considerar como un estado emocional que surge debido a las altas expectativas y exigencias que tenemos de nosotros mismos. Ya sea escolares, profesionales o personales. Una cosa es dar una mejor versión propia y otra muy diferente el hacerte daño por querer hacer todo a la perfección. Esa delgada pero importante línea dice mucho de ti y te puede limitar al paso del tiempo si no pones un alto ahora.
Síntomas
Para detectarlo, es importante que tomes en cuenta lo siguiente, si sufres de desmotivación, agotamiento mental, cambios de estado de ánimo, sensibilidad a la crítica, falta de energía al realizar tus actividades, dolores de cabeza frecuentes, mareos, rigidez muscular, sensación de impotencia, dificultad para dormir, sensibilidad e irritabilidad y dificultad para concentrarte. Si consideras que tienes la mayoría de estos síntomas, es momento de que pongas doble atención para evitar el burnout.
¿Qué hacer?
Si detectas que tienes burnout, lo primero es preguntarte a ti mismo qué te origina este malestar y si existe algo que esté en tu control cambiar. Es importante atenderlo y querer hacerlo pero debes tener en cuenta que es lo que lo propicia. El autocuidado es de suma importancia así que comienza a tomar la iniciativa de todo lo que vives cada día y reflexiona muy bien tus emociones. No hay persona que te conozca mejor que tú mismo.
¿Cómo te afecta en tu día a día?
Cuando llegas al punto de tener burnout, es como si tu cuerpo fuera un celular pidiendo que lo cargues porque en cualquier momento se apagará. Tal cual, pero al parecer tu tenías muchos pendientes y no te tomaste el tiempo de cargarlo y tu celular se apaga. Es lo mismo que pasa con tu mente y cuerpo, es como si se fundiera por el cansancio que tienes. Al sentirte mal, vas perdiendo esa creatividad, energía y las ganas de hacer cualquier cosa por lo que vas frenando tu vida.
¿Cuál es la diferencia de burnout y estrés?
Es muy fácil reconocerlo, una persona con burnout se siente tan “fundido” que no ve ninguna solución y empieza a sentirse sin metas o sueños. Dejando todo lo que le importa de lado hasta el punto de ser incapaz de sentir nada. Mientras que el estrés si es una carga emocional pero pese a que te causa molestia, si te deja seguir con tus actividades. Lo ideal sería que no manejaras ninguna para vivir una vida plena y tranquila.
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