Practicar yoga puede ser beneficioso para la salud pulmonar de diversas maneras, aunque como siempre lo decimos, consulta a un médico pues jamás será sustituto de las revisiones y acompañamiento profesional. Estas son algunas posturas que podrían ayudarle a tus pulmones y su funcionamiento correcto.
En caso de enfermedades pulmonares graves como el asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o fibrosis pulmonar, entre otras, es importante no dejar de visitar al especialista aunque esta actividad puede complementar el tratamiento.
Al hacer ejercicios y técnicas de respiración profunda, consciente y controlada (pranayama) que nos enseña el yoga, aumenta la capacidad pulmonar y eficiencia de la respiración, así como fortalece los músculos respiratorios como el diafragma y los músculos intercostales. Es un gran aliado para liberar el estrés y ayuda mucho a las personas que sufren ansiedad.
También reducirá la inflamación, tendrás buena postura y fomentará la conciencia corporal para corregir problemas que puedan afectar la función de los pulmones. En general conseguirás un estilo de vida mucho más saludable. Sobre todo luego de la pandemia numerosas personas han quedado con algunos daños en el sistema respiratorio por lo que será de gran ayuda esta práctica.
Aquí te dejamos algunas posturas que pueden ayudarte a complementar los ejercicios de respiración que mejor te acomoden.
Posiciones de yoga para los pulmones
Básica
Esta postura es la que la mayoría conocemos cuando hablamos de yoga y meditación. Debes sentarte con la espalda bien recta, las manos en las rodillas y las piernas cruzadas. Cierra los ojos y de forma consciene estírate para darle espacio a tus pulmones y todos tus órganos. Trata de hacerlo en un escenario con aire lo más puro posible como en un bosque o una playa.
Cobra
Tambien es conocida como “bhujangasana”, solo debes acostarte boca abajo, poner tus manos a la altura de la cadera y levantar el torso arqueándolo hacia atrás. Notarás una respiración lenta y mucho más profunda.
Ustrasana
Esta postura es de las favoritas pues se siente el trabajo de nuestro interior. También es conocida como postura del camello. Debes ponerte de rodillas separándolas a la altura de tus hombros, arquear la espalda hacia atrás hasta tocar tus tobillos. Deja caer el cuello hacia atrás. Cierra los ojos y respira.
Matsyasana
Es muy parecida a la postura de la cobra pero en ésta debes estar acostada boca arriba, colocas las manos a la altura de tu cadera bien colocadas en el suelo y arqueas tu espalda sosteniéndote con los codos. Le darás buen espacio a tus pulmones para que se llenen de aire a la vez que acomodas tu columna vertebral. Deja caer el cuello hacia atrás. También es conocida como “postura del pez”.
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