Hacer ejercicio es sumamente importante en nuestra vida. No solo te mantendrá activo o con un cuerpo firme, tiene muchos más beneficios para el buen funcionamiento de nuestro organismo, estado emocional y salud mental. Cada cuerpo y estilo de vida es distinto así que intenta buscar la actividad que mejor se adapte a tu vida para que sea un refugio de relajación y bienestar en lugar de una obligación y presión social o médica.
Dentro de todos los beneficios que nos brinda hacer ejercicio debemos ser sumamente detallistas con algunos aspectos que quizá no estamos viendo. Tal es el caso del pelo durante la actividad física.
Mientras hacemos ejercicio liberamos toxinas, estamos expuestos a contaminantes (sobre todo si lo hacemos al aire libre) y sudamos… mucho. La recomendación sobre el lavado del pelo es súper variable entre los expertos, aunque ninguno cree que diario sea la mejor opción; sin embargo, esta afirmación es considerando los factores normales del día a día y elementos que puede absorber cotidianamente sin tomar en cuenta la actividad física.
Si haces ejercicio, las recomendaciones son distintas. Muchas veces nos preocupamos por ciertas partes de nuestro cuerpo pero ¿el cuero cabelludo?
Normalmente cuando hacemos ejercicio los que tenemos el pelo largo solemos amarrarlo en duras coletas o moños guardando entre ellos todo el sudor que resulta de la actividad física. Posteriormente vas a desayunar, pasear al perro, dejar la ropa a la lavandería y sigues tu rutina con el mismo moño por algunas horas más antes de ducharte. Pensándolo de esa forma ya no es tan agradable ¿cierto?
La recomendación es lavarlo lo más rápido posible o al menos enjuagarlo después de la actividad física porque de lo contrario podrías dañar el cuero cabelludo y provocar sequedad, caspa y en el peor de los casos hongos; además, podría crearse una capa de sal y agua ocasionada por el sudor que debilitará el pelo acelerando el rompimiento de los folículos.
Durante el ejercicio amarra el pelo, cuando termines suéltalo inmediatamente y cepíllalo para que se seque lo más posible de forma natural. Luego lávalo o al menos enjuágalo para mantenerlo saludable.
Debe estar conectado para enviar un comentario.