Es muy común que los plátanos de la despensa se echen a perder. Y son muy pocos los que disfrutan de comer un plátano que ya está oxidado. Por eso, nosotros tenemos la solución para aprovechar esta saludable fruta, y no necesariamente nos referimos a comerla.
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El plátano es una fruta muy rica en nutrientes. Aporta a tu cuerpo vitamina A, B y C, minerales como hierro, zinc y potasio, y además aminoácidos y antioxidantes. Así que antes de deshacerte de ese plátano que ya no te comiste, considera incorporarlo a tu rutina de belleza mediante alguna de las siguientes formas:
Hidrata la piel seca.
Tritura un plátano y aplícalo sobre tu cara durante unos 15 o 20 minutos.
Elimina células muertas de la piel.
Exfolia una vez a la semana tu piel con una mezcla de plátano, avena y leche de coco.
Ayuda a la piel propensa de acné.
Talla tu rostro con la parte interior de la cáscara del plátano por las noches, por lo menos una vez a la semana. Enjuaga por la mañana.
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Adiós a la piel grasosa.
Mezcla un poco de plátano con dos cucharadas de jugo de limón y aplícalo.
Ataca a las arrugas.
Mezcla un poco de plátano con la misma cantidad de aguacate y aplícalo.
Reduce los ojos hinchados.
Comer o aplicar plátano en la zona hinchada tiene el mismo beneficio.
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Ayuda al cuero cabelludo seco.
Licúa un par de plátanos, un aguacate y yogurt natural. Aplícalo en el cabello durante 20 minutos por lo menos.
Suaviza talones resecos.
Aplica un poco de pulpa para humectar esa zona.
Recuerda enjuagar tu piel con agua tibia después de cualquier procedimiento.
Siempre es mejor hacer pruebas de alergia previas, o consultar a un especialista.