Phoebe Bridgers se ha alzado entre la controversia y ha callado a todos los haters de la mejor manera, con su música. La cantante se dio a conocer después de que Ryan Adams se convirtiera en su mentor, pero rápidamente la relación se rompió y después Bridgers hizo público el abuso emocional que sufrió por parte de Adams.
Lo que para muchas mujeres iniciando en el mundo de la música significaba convertirse en un chisme jugoso para los medios, la cantante decidió dejar que su música hablara por ella y por más que se intentó dañar su reputación, ésta sólo creció con cada canción que publicaba.
Ahora, con su segundo disco de estudio, la joven de 25 años nos trae canciones llenas de emoción filtrada a través de sutilezas que a veces explotan en un estridente sonido onírico. Basta con escuchar I Know the End, canción que cierra el disco, para ir de la melancolía y resignación a la ira en unos cuantos minutos.
Bridgers se ha convertido en la favorita de la crítica especializada, es esa cantante que tal vez no es admirada por las masas y no llenaría un estadio fácilmente, pero también es alguien que artistas como Elton John aman, y es que sus letras son algo que nunca habíamos escuchado.
Autobiográficas, pero consientes de lo que son, pueden ser tomadas por cualquier persona y ella puede darle un nuevo significado. Claro, eso es lo que hemos hecho con la música pop desde el inicio, pero con Bridgers la ironía se convierte en una nueva manera de expresar el dolor. Kyoto es un ejemplo perfecto, una canción donde habla de cómo escucha a su padre jurar que está sobrio mientras ella se encuentra en Japón se ha convertido en el himno de miles de personas que no han vivido eso, pero sí mantienen relaciones difíciles.
El disco es un lento recorrido que en ocasiones sube de tono y se siente como si estuvieras en una orquesta en vivo, sólo para volver a bajar de tono en la siguiente canción. Es un disco reflexivo, pero al mismo tiempo divertido, y creo que no hay otra manera de describir la música y las letras de Bridgers que de esa manera.