Aunque en el pasado las personas acostumbraban a alimentar a sus mascotas con la comida que ellos ingerían, los tiempos han cambiado y desde hace varias décadas las croquetas se han apoderado de la alimentación canina.
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Éste tipo de comida no nació de la nada, pues después de hacer miles de estudios y comprobar que la comida “normal” y carne cruda era mala para la salud de los perros, las croquetas o la comida enlatada fueron creados a finales de los años 50. Desde entonces, sus fórmulas han sido mejoradas y renovadas, y se convirtieron en un básico en la vida de cualquier mascota.
Tras analizar 35 diferentes tipos de carne, un estudio publicado por Veterinary Record encontró que existen tres diferentes bacterias que pueden atacar fácilmente la salud de tu perro. Se trata de la e coli, listeria monocytofenes y salmonela.
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Para los perros, las bacterias y parásitos que se encuentran en los alimentos en realidad no son un gran problema ya que son bastante resistentes a ellas. Sin embargo, pueden convertirse en portadores de éstas, propagarlas a través de sus heces y provocar enfermedades graves en los humanos.
En realidad, lo más grave que le puede llegar a pasar a tu mascota es sufrir unos días de salmonela. El verdadero problema es cuando estas infecciones se transmiten a humanos ya que son cada vez más difíciles de tratar.
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Los propietarios pueden exponerse de diversas maneras, como el contacto al acariciar, la saliva y dormir al lado de tu mascota. Por eso, para evitar que pase cualquier tipo de infección, te recomendamos darle la comida apropiada a tu perro y evitar darle cualquier tipo de carne cruda. ¡Tu amigo de cuatro patas te lo agradecerá!
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