Frases negativas que te dices y que tienes que eliminar de tu vocabulario

Consciente o inconscientemente pasamos mucho tiempo diciéndonos a nosotros mismos que no somos lo suficientemente buenos, inteligentes, lo talentosos o lo suficientemente delgados. Nos decimos a nosotros mismos que no merecemos las cosas que queremos. Nuestro diálogo interno es muy poderoso.

Lee también: Dharma y carrera: cómo entender nuestra misión de vida

Hablar desde un lugar de compasión puede tener un impacto importante en tu autopercepción y en la forma en que ves el mundo. Cambiar esas frases negativas que nos repetimos constantemente pueden mejorar nuestra mentalidad y cómo experimentamos la vida.

“Qué tonto soy”

Cuando usas el “soy” con otra frase, estás implicando un estado permanente. Es mejor cambiarlo por un “no entiendo del todo ahora”. Con el “ahora” estás aclarando que no es permanente y hay espacio para cambio.

Frases negativas que te dices y que tienes que eliminar de tu vocabulario - frases-negativas-2

“Ya debería ser/estar X”

No estar donde creíste que estarías puede ser decepcionante, pero no es malo. Esta frase implica que donde estás ahora no es bueno, pero todo lo contrario, es perfecto: simplemente porque ES. Reemplázalo por “podría ser/estar X ahora, pero elijo estar X” .

Lee también: Apps para nunca dejar de aprender

“Es mi culpa”

No está mal responsabilizarte de tus acciones, pero no te condenes. Todos aquí estamos haciendo lo mejor que podemos con lo que tenemos. Pero no asumas que las acciones de otros también son tu responsabilidad. Asume tu rol y tu parte, nada más.

Frases negativas que te dices y que tienes que eliminar de tu vocabulario - frases-negativas-3

“No debí haber hecho X”

El arrepentimiento no soluciona nada, no te aferres a él. Existe para que nos demos cuenta, pero hay que seguir adelante. Usa el momento para apreciar lo que sí sucedió y qué te enseñó. Mejor di “si X no hubiera pasado, no hubiera conocido/hecho/aprendido X”.

Lee también: La ciencia detrás de la meditación

“Seguro creen que soy X”

Sus acciones y pensamientos son suyos. No tienes idea qué pasa allá adentro. Al pensar esto, estás de acuerdo con tus propios supuestos, aún cuando no son reales. Y por lo general, nosotros somos nuestros propios jueces más crueles.