Un día da paso a otro, y a otro, y a otro; parece que la semana es eterna y los pendientes se acumulan a pesar de nuestro esfuerzo por terminarlos. Finalmente llega el viernes y en vez de sentirnos aliviados porque vienen días de descanso, el tedio y el estrés nos hacen sentirnos peor.
Nuestra semana no tiene que ser perfecta, pero nuestros días de descanso deberían sentirse como un espacio de libertad y felicidad. Sin embargo, la gente suele vivir drenándose del estrés de la jornada laboral y el domingo en lugar de descansar, comienza a sentir como la ansiedad toma el control.
Las emociones negativas tienen que desaparecer junto con los problemas de la semana. No es posible cambiar de un día a otro y dejar atrás todo lo que nos afecta, pero sí podemos aprender a disfrutar el poco tiempo que tenemos a través de acciones, decisiones y más.
Toma una pausa
Parece obvio, pero muchas veces dejamos que las situaciones fuera de nuestro control nos afecten en todo momento. Hay que tener claro lo que podemos cambiar y lo que no, y si el fin de semana llega y estamos saturados por las cosas que han pasado, es lógico y válido sacar ese problema de nuestra mente hasta la próxima semana en que vuelva a ser posible resolverlo.
Acéptalos y déjalos ir
Vivir en negación nos obliga a cargar con un peso invisible. No aceptar que tenemos un problema, que una situación se está saliendo de control o que hay algo que nos molesta (por mínimo que sea) puede generar ansiedad, y eso es lo último que necesitamos en un fin de semana. Aceptarlo y comenzar a entenderlo es más liberador de lo que parece.
Mantén tu mente ocupada
Usualmente hacemos ejercicio durante la semana, pero en épocas de mucho estrés, es bueno dedicar nuestro tiempo libre en rutinas que nos hagan concentrarnos en otras cosas; además, así liberas endorfinas y puedes sentirte aún mejor. También puedes intentar buscar actividades artísticas o culturales que te saquen de la rutina y no te mantengan pegado a la televisión todo el fin de semana.
No sigas tus instintos
Usualmente hay que tener la certeza de que nuestros instintos van por buen camino, pero si estás en una situación desfavorable, lo mejor es que analices por qué tienes ganas de ir a tomarte una botella de mezcal sin nadie más. Lo mejor es entender tus urgencias, analizarlas y buscar la mejor manera de complacerlas.
Recuerda que todo es temporal
Lo que está pasando en este momento puede parecer el fin del mundo, pero nunca lo es. Todo pasa y esto también se convertirá en un recuerdo lejano. Hay cosas que tienen prioridad y tu felicidad es una de ellas. Así que simplemente relájate y disfruta los días que vienen.
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