Panadería Marcel es uno de esos lugares que al abrir se comprometió a hacer las cosas bien y cuyo éxito llegó precisamente por eso, por no sacrificar la calidad de los ingredientes ni la pasión y empeño que ponían en cualquiera de sus creaciones.
Marcel nació como una panadería y cafetería en tiempos de pandemia, por lo que la gente pasaba por todo y lo llevaba a sus casas, pero al probar un café oaxaqueño de la cooperativa Manos de Mujer, que integra el sabor con el comercio justo y cuyo sabor excede las expectativas, así como el pan artesanal hecho diariamente en el mismo local, no importaba que se tratara de uno de los peores momentos de la pandemia, la gente regresaba a Marcel por sus favoritos.
Es por eso que con la apertura de la ciudad los ya habituales no tardaron en empezar a pedir algo más. Satisfechos con lo que tenían, pero deseosos de algo más, pronto la gente estaba esperando desayunos, brunch, comida y más. Es así como Julia Aguirre y Zee Roberto García vieron la oportunidad y necesidad de ampliar el proyecto hasta lo que es hoy: uno de los mejores lugares para desayunar y comer en la colonia Roma.
Marcel nació con la meta de hacer felices a sus clientes, pero lo hicieron tan bien que pronto esa taza de café y un chocolatín o berlinesa de limón no eran suficiente (aunque sin duda no te los puedes perder, por algo se hicieron tan populares) y pronto manjares como las smashed potatoes con jamón serrano o una avena con crema de maní empezaron a robarse la atención.
Al pedir una aceitunas maceradas con aceite de oliva, tomillo y romero es imposible no pedir algún vino o cerveza para acompañar y ahí es cuando debes recordar que el desayuno dio paso al brunch, el brunch a la carta de alcohol y el alcohol solo incrementó el menú hasta llegar a esas aceitunas. Además de platillos para compartir, Marcel cuenta con sandwiches hechos con pan de masa madre preparado en sus hornos. El de proscuitto con burrata y pesto hecho en casa o el Fat Boy, que es una ciabatta con burrata y arúgula son verdaderas estrellas
Marcel se encuentra en una esquina calle de Jalapa y los colores pastel del exterior contrastan con un interior de aparente seriedad, pero que da paso a grandes pláticas o lo convierte en un spot perfecto para ir a trabajar mientras disfrutas de tu café y un delicioso desayuno.
Marcel es una panadería que a pesar del espacio ha expandido mucha de su oferta y hoy es una joya escondida de la Roma que sin duda es imperdible, pues los proyectos locales donde la calidad se antepone a la cantidad son exactamente lo que hacen que esto sea más una experiencia y no solamente un desayuno más.
Dirección: Jalapa 130 col. Roma
Sitio Web: Instagram
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