Seas millennial o no, podríamos apostar que por lo menos UNA vez en tu vida le has tomado foto a tu comida y la subiste a tus redes sociales. Durante los últimos años, esto se ha convertido en toda una tendencia, sin embargo, no es algo nuevo, ni fue creado hace poco.
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Susan Bright, escritora del libro Feast for the Eyes, el cual habla de la historia de la fotografía de la comida, explica que esto tiene aproximadamente dos siglos de existencia y así justifica su respuesta.
Resulta que tiempo después del nacimiento de la fotografía, William Henry Fox Tablot fue el primer hombre en tomar una imagen de comida luego de capturar una canasta llena de frutas. Recordemos que las pinturas de la vida diaria era una gran influencia para la fotografía y las frutas (sobre todo las uvas y los duraznos) eran un éxito seguro.
Tiempo después, en 1927, Edward Steichen revolucionó la comida en la fotografía luego de fotografiar varios cubos de azúcar y crear una divertida dinámica entre la forma, el diseño y sombra que los alimentos podían tener.
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Sin embargo, a partir de la invención del color en la fotografía, el lado artístico quedó en el pasado y las fotografías de comida empezaron a ser utilizadas para vender.
Betty Crocker, Crisco y Aunt Jemima fueron las primeras marcas que empezaron a crear libros de recetas donde ponian 4 ó 5 fotos de comida y explicaban cómo elaborar el platillo.
A partir de la creación de los recetarios, el tiempo pasó y llegaron las revistas de comida, Instagram y todos los blogs de comida donde entre mejor sea tu foto, más foodie serás y más likes tendrás.
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