Del 100 por ciento del vino que se consume en México, únicamente el 35 por ciento es mexicano. Es un número muy bajo, considerando que nuestro país cuenta con más de una decena de regiones vinícolas. En los últimos años se han hecho más iniciativas y proyectos de educación y comercialización de los vinos locales para que los mexicanos nos enamoremos de nuestro vino. Seguramente tienes un par de tintos mexicanos en mente, pero también hay excelentes opciones de rosé.
Para hablar de vino rosado, primero hay que explicar qué es el hollejo, el mosto y la maceración. El hollejo es la piel de la uva, en donde radican todos los polifenoles que aportan aromas, color y estructura. El mosto, por otro lado, es el jugo que se obtiene de la uva al momento de estrujarla. Y por último, la maceración es el tiempo de contacto de la piel de la uva con su respectivo mosto. Una vez que sabes esto, puedes imaginarte la complejidad y capacidad de un rosé. Si quieres apoyar a las casas mexicanas, te dejamos nuestras opciones favoritas.
Tres Raíces Rosé – Guanajuato
Fue premiado con una medalla de plata en los International Wine Awards 2020. Tiene un carácter frutal con aromas a manzana, arándano, frambuesa y fresa. Al probarlo, tiene una equilibrada acidez que lo hace ideal para maridar alimentos como unas patatas bravas, sushi, comida Thai o ensaladas. Una excelente opción para refrescarte de día o de noche.
Encuéntralo aquí.
L.A Cetto Zinfandel – Baja California
Un vino ideal para antes o después de comer. Este vino rosé está creado con Zinfandel, una variedad que viene de Croacia. Sus aromas frutales a fresa y durazno lo hacen un vino dulce desde el olfato. En boca también presenta este dulzor de manzana madura y un toque de acidez. Es ideal para maridad postres.
Encuéntralo aquí.
Cava Quintanilla Nicole Brut Rosé – San Luis Potosí
Para los amantes de la burbujas. Este vino es uno de esos hallazgos que te enamorarán. Es un blend de tres uvas: Chardonnay, Pinot Noir y Nebbiolo. Está elaborado por el método Champenoise (que es el método de fermentación utilizado tradicionalmente para hacer vinos espumosos). Es un vino espumoso rosado es perfecto para platillos cremosos como un chile en nogada o frescos como ensaladas.
Encuéntralo aquí.
Malagón Grenache Rosé – Baja California
Un rosado muy diferente. Este es un rosado con mucho cuerpo, seco, “de manteles largos” como dice Sophie Avernin, de Grandes Viñedos. Es un vino con mucha personalidad. En su aroma es frutal, con notas de fresas, frambuesas y cerezas, en boca la acidez es vivaz, seco y muy fresco. Es perfecto para maridar la gastronomía mexicana con sus sabores variados.
Encuéntralo aquí.
Guanamé Rosado – Guanajuato
Este rosado está constituído de 50% Merlot, 25% Malbec y 25% Tempranillo. En nariz tiene aromas de melocotón fresco, guayaba y cáscara de toronja. En boca encuentras una acidez muy fresca y redondez con retrogusto a mandarina y cítricos. El maridaje ideal para este rosé es pescados, mariscos, sushi y ensaladas.
Encuéntralo aquí.