¿Cómo debes conservar el vino una vez abierto?

La recomendación general sería que cada vez que abres una botella de vino se consuma en esa misma ocasión, pues es su mejor momento y apreciarás todas sus propiedades. Pero sabemos que muchas veces eso no es posible ni te sugeriremos que te la bebas toda (no juzgamos) y que pueden surgir las dudas sobre como se debe conservar un vino para mantenerlo lo mejor posible por unos días más.

Muchas veces lo dejamos en un lugar donde no está a la temperatura ideal o la clásica pregunta de: ¿volver a poner el corcho? ¿usar otra cosa? También surgen dudas sobre cuántos días extras de vida puede tener ese vino y si es mejor guardarlo en el refri o no. Carlos Parrodi, sommelier corporativo de Bodegas Domecq comparte sus consejos para que tu vino tenga una vida un poco más larga.

¿Va en el refri?

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Hablando en términos muy generales, siempre querrás servir un vino a una temperatura mínima de 15º grados (pero varía por tipo de vino) y fuera de la luz directa. Debes asegurarte de que se mantenga fresco y sobre todo al servir. En el momento que se refrigera es necesario evitar la oxidación y provocar una evolución negativa en el vino. Debes colocarlo cerrado con su corcho, si no lo tienes usa una bomba de vacío como esta.

¿Cuánto dura?

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El tiempo de conservación para cada variedad de vino es diferente, el vino blanco preservado bajo las características correctas (frío), tiene un tiempo de vida de entre 2 a 3 días, el tinto de máximo una semana y el espumoso de 1 a 2 días. Aclaremos, cada botella se comporta de diferente forma.

¿Cómo saber si ya no está bueno?

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Fácil: cuando un vino ya no huele a vino. Esto quiere decir que ha perdido sus características y lo que sea a lo que sepa ese líquido, no es lo que debería. Para identificar si un vino ya no se encuentra en su estado óptimo de consumo, lo podremos saber en el color que se aprecia, olor y sabor de este.

Un vino blanco tiene menor cantidad de antioxidantes por lo cual es mucho más fácil que realice esta evolución negativa, si al olerlo o probarlo tiene características de óxido o color mucho más obscuro indica que ya no está bueno. Por el lado del tinto, y a pesar de tener mayores antioxidantes, es muy fácil identificar olores y sabores no óptimos tendiendo a ser avinagrados. Si hablamos de espumosos y con el poco tiempo que se tiene para disfrutarlo, al perder su gas nos hablará de que también sus características se han ido.