Las Nochebuenas son un icono en las celebraciones navideñas por diferentes partes del mundo pero sobre todo en nuestro país, ¿sabes cuál es su origen? Te sorprenderá saber que es cien por ciento mexicana pero Estados Unidos la robó y patentó.
Vemos Nochebuenas por todos los rincones del país durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, las podemos encontrar tanto blancas, pintas y de color rojo intenso. Son de origen mexicano, de hecho fue nombrada como la flor milenaria de los aztecas.
Florece solo un par de semanas durante noviembre y diciembre pero durante todo el año se le debe cuidar y dar un tratamiento adecuado. Se venden millones de ejemplares a lo largo y ancho del país pero el dinero no siempre se queda por acá, sino hay enormes ganancias económicas para Estados Unidos.
Los aztecas las llamaban “Cuetlaxóchitl” en náhuatl que significa “Flor de Cuero”. La usaban como medicina, para fabricar pigmentos y en algunos rituales para la abundancia sobre todo en las cosechas. Luego de la Conquista Española y la llegada de la Navidad los españoles la vincularon con la celebración usándolas para decorar iglesias y nacimientos.
¿Cómo llegaron las Nochebuenas a Estados Unidos?
Pero era una planta que se sabía era mexicana aunque no estaba patentada. En 1825 J.R. Pointsett, el embajador de Estados Unidos en México, vio las hermosas Nochebuenas en una gran fiesta en el estado de Guerrero, específicamente en Taxco. Le gustaron tanto que le envió algunas como un presente a sus amigos norteamericanos.
Pocos años después, en 1829, la planta llegó a un jardín botánico de Philadelphia después de enamorar a varios estadounidenses con su belleza. Lograron florecerla y la extendieron por todo el país incluso por Europa bajo el nombre de “Pointsettia” alusivo al apellido del embajador que la hizo llegar al país del norte.
Como en México no había ninguna regulación ni certificación de las especies, Estados Unidos se vio muy listo y las patentó a su nombre. La Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales cuida su cultivo, vende, modifica y exporta algunas plantas como ellas.
¿Qué pasa con los agricultores mexicanos?
Desgraciadamente los agricultores mexicanos están en deventaja porque para obtener un registro internacional es necesario que ningún otro país lo tenga así que solo se patenta una planta cuando se modifica genéticamente. Los que tienen la patente (EUA) son los únicps que producen las semilla y las pueden comercializar. Más tarde se registraron siete especies diferentes de esta hermosa flor ante el servicio regulador mexicano así que no todo está perdido.
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