¿Quieres una lección de ladridos? Entonces tienes que conocer el museo del perro que está a unas horas de la CDMX. Ubicado en Nueva York, este museo fue fundado por el American Kennel Club como un homenaje al mejor amigo del humano.
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Está lleno de pinturas al óleo tradicionales, porcelana, grabados y dibujos. Muchas obras inmortalizan perros individuales, como George H.W. El inglés Springer Spaniel Millie del ex presidente George Bush y varios campeones de exposiciones caninas de los últimos años.
Los 1,700 objetos de la colección del museo son en su mayoría donaciones, aunque el American Kennel Club tiene algunas de sus propias propiedades que se remontan a principios de siglo. Antes de mudarse a Nueva York, Fausel examinó detenidamente la colección del museo y decidió descontar unos 900 objetos.
Originalmente se abrió en Nueva York en 1982, pero cerró hace 30 años y ahora, con tanto amor por los cachorros, reabre sus puertas en el Grand Central, una ubicación conveniente que busca tener entre 80 mil y 100 visitantes mensuales.
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En lugar de representaciones sentimentales de perros. Hay arte como la de The Hear a Voice: un retrato del campeón St. Bernard ‘Frandley Stephanie’ de Maud Earl, que muestra a un perro de aspecto heroico aparentemente preparado para un rescate en la montaña.
Las mayores fortalezas del museo están en el arte estadounidense y británico de los siglos XVI y XX. En el lado contemporáneo, hay fotografías de perros de William Wegman, así como los perros de Kate Jakobsen y sus dueños paseando frente al Hotel Plaza.
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Hay un fósil de 30 millones de años de antigüedad de un perro de hesperocyon prehistórico, más el paracaídas usado por Smokey, un Yorkshire Terrier que fue la mascota de un escuadrón de la fuerza aérea de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y que realmente voló misiones de combate.
También hay obras de cerámica de China y México, que muestran el atractivo internacional del mejor amigo del hombre, que se muestra en un enorme gabinete que asciende junto a la escalera del museo. Además del arte, el museo también alberga una sala de lectura con libros de la biblioteca de 15 mil volúmenes del Kennel Club y kioskos interactivos.
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