Fue hace poco más de 7 años cuando etiquetas sociales como “Mirrey” y “Hipster” comenzaron a surgir en la plática cotidiana. Ambas como microtendencias que trataban de definir a una subcultura de jóvenes con características similares y un estilo de vida bastante peculiar.
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Las dos etiquetas tuvieron su auge en 2010, aunque en panoramas totalmente distintos. A comienzos de ese año, el término hipster ganó popularidad y se convirtió en un fenómeno a nivel mundial que hasta logró tener referencia en Wikipedia, quien básicamente los definía como jóvenes de clase media-alta, que se encontraban en espacios urbanos en vías de transformación, con gustos musicales indie o alternativo, consumidores de alimentos orgánico, productos artesanales y piezas vintage.
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Mientras que el término Mirrey se volvió “algo” en México en 2011, cuando el sitio Mirreybook fue uno de los máximos expositores de este estereotipo y causante de que su modus vivendi se conociera de norte a sur y se contagiara como un virus.
De pronto, todos pusieron los ojos en una nueva tribu urbana, en el “junior metrosexual” –como lo definió el periódico Excélsior en el 2011– que se popularizó con íconos de la música como Luis Miguel o se inmortalizaron en el cine con Javi Noble, papel que triplicó la fama de Luis Gerardo Méndez en el filme “Nosotros los Nobles”. La característica básica era el peinado part-side, la camisa de botones, un vocabulario particular –que solo ellos entienden– y tener un estilo de vida opulento y de despilfarro.
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Sin embargo, como toda tendencia al convertirse en algo común –o que pasa de moda– busca su evolución y el surgimiento de una nueva raza urbana era de esperarse. Desde hace dos años, la mezcla de estos dos términos comenzó a escucharse a modo de broma como “Mirreypster”, pero el híbrido entre el Mirrey y el Hipster siempre estuvo destinado a convertirse en algo real. Ahora esta etiqueta social ha conseguido su propio ADN y la clave para identificarlo es extremadamente sencilla si sabes y entiendes las definiciones anteriores.
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Los “Mirreypsters” son personajes que pueden adaptarse al entorno. Van a festivales de música alternativos, pero no pueden olvidar los éxitos latinos del momento.
Cuida su imagen con alimentos saludables y tendencias fitness. Se viste con ropa artesanal, pero conserva las características de alta moda. Asiste a mercados gourmet, porque ha desarrollado un interés en la gastronomía y se considera foodie. Siguen la tendencia de lectura, cine y arte en redes sociales y le pone especial atención al contenido que publica en ellas. Allí es donde muestra habilidades fotográficas.
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