Por Mariana Fresnedo
Se habla de la mente y de la intuición como dos cosas completamente separadas. Depende de a quién se le pregunte uno es más poderoso que otro, uno es bueno y el otro malo, uno verdadero y otro no tanto. Pero en realidad es que ambos tienen todas estas características.
La mente funciona a base de creencias que programa a temprana edad (0-6 años) para toma decisiones. El core worldview que tienes, o sea, los goggles con los que ves las cosas. El mundo se ha encargado de inculcarnos algunos programas que ya no son vigentes para esta actualidad, y algunos otros de sistemas basados en miedo y carencia. Y hay mucho sufrimiento.
La intuición es la capacidad de saber algo sin usar la razón, es ese feeling de que simplemente lo sabes. No necesitas cuestionar si es verdad o no. El mundo nos ha enseñado a no confiar en esta forma perceptiva, porque al no tener evidencia ni lógica, no es confiable. Y hay mucho sufrimiento.
O sufres por lo que piensas de la situación, o sufres por lo que sientes de esa situación, así sea desconfianza. Lo que he estudiado, es que ambas son percepción, ambas son creencias, unas en forma de pensamiento, otras en forma de pre-sentimientos. Ambos son energía, ambos vibran.
Algunos dicen que la intuición vive en el corazón, otros en el “gut feeling,” y otros dicen que en la glándula pineal (qué está en el cerebro).
La ciencia ha demostrado que la percepción cognitiva está en la corteza cerebral. Y también ha encontrado neuronas cerebrales en el corazón y en los intestinos.
Lo que yo creo es que Cada uno de nosotros, por naturaleza – tiene una de estas percepciones más desarrollada que la otra – Esta fortaleza, algunos dirán que depende de la cantidad de estrógeno y testosterona que estaban en la panza de mamá cuando vivías ahí. Otros dirán que también son programas aprendidos. Lo que viste en casa es lo que sabes ejecutar.
Pero no porque tengas más mente significa que te has cancelado la intuición, para nada, simplemente es tu forma más natural de percibir. Y en todo momento puedes involucrar a tu intuición – si te decides a hacerlo.
No porque en tu entorno hayan valorado más la intuición significa que no puedes cuestionar y deducir correctamente. Todos tenemos las dos. No viven de forma absoluta: o uno u otro, no es blanco o negro. Todos tenemos y somos la energía de los dos.
Lo que también creo es que los dos llegan al mismo lugar: claridad, expansión, conexión, evolución, consciencia y paz. Y solo cuando eres dueño y responsable de tu fortaleza – la que sea que te haya tocado- puedes empezar a indagar hacia el otro extremo, sin perderte en el camino, para entonces encontrar el equilibrio. Es tu herramienta para dejar de vivir en confusión y resistencia.
¿Que la intuición nunca se equivoca? Tampoco la claridad de pensamiento.
Ambos son buenos, en ambos se necesita la meditación, ninguno es mejor que el otro. Uno no le pertenece a las mujeres y el otro a los hombres. Todos tenemos el poder de los dos, y cuando se encuentran, cuando dejan de estar en guerra, cuando se permite el cuestionamiento interno, cada uno en su lenguaje, es cuando pasa la magia. Es cuando lo que piensas se siente bien, se siente correcto, se siente asertivo. O cuando a lo que sientes le puedes poner las palabras correctas con mucha claridad.
El corazón – la mente
Sentimientos – pensamientos
El ying – el yang
El lado femenino – el lado masculino
Balance. La energía es una danza. Sube, baja, construye, destruye. A veces pienso, luego siento. A veces siento, luego pienso. Sin carga de lo que debe ser. Solo fluyo en cada momento presente, que es lo único que existe. Entendiendo que todo sufrimiento es causado por el aferre del ego (sea pensamiento, o sea sentimiento). Que la vida no me pertenece. Controlo mis pensamientos, experimento mis sentimientos. Agradezco siempre la experiencia. Y busco la bondad inherente en mi mente y en mi corazón.
Tip: si quieres saber cuál es tu fortaleza, revisa tu dedo índice. Si es es más chico que tú dedo anular, tu fortaleza es la mente
Mariana es Ingeniera Industrial de profesión Facilitadora del método de The Work®️, Byron Katie, Maestra de Meditación Mindfulness y facilitadora de la terpia energética Rising Star®️ Y Coach en Técnicas de eliminación de creencias limitantes y rutinas de alta vibración. Actualmente estudiante del posgrado de Bioneuroemoción®️ y biodescodificación emocional.