Existen todo tipo de meditadores y tipos de meditaciones. Y el camino del mindfulness y la espiritualidad es algo tan propio, que las experiencias de cada persona son únicas. Si ya eres meditador, sabes que a veces, no siempre es muy cómodo meditar y que esta vida de contemplación no es tan fácil. Requiere de disciplina y de voltearse a ver, la verdad es que la comodidad no es el objetivo de la meditación.
El objetivo de la meditación es purificarnos de estrés, enseñarnos que no tenemos que ser presos de nuestros pensamientos, y mostrarnos que somos algo más grande. Conforme avanzas en tu proceso y práctica, irás sintiendo todo tipo de cosas, pero notaras que, por ejemplo, si eras una persona muy ansiosa, de pronto sientes ansiedad en tus meditaciones. Si eras muy enojón, sientes enojo, y es más que común que una meditación termine en lágrimas. Pero como dijimos, estás purificando.
Tara Brach, psicóloga clínica y autora de Radical Acceptance. dice que es natural que la meditación despierte ansiedad en algunas personas, y esto puede ser una parte valiosa de un proceso de sanación. En otras palabras, la transformación puede ser complicada especialmente si tienes algún trauma importante. No todo es color de rosa siempre, pueden haber momentos donde sientas que todos esos estreses del pasado están regresando. Sí, pero sólo para irse ya para siempre.
En 2017, investigadores de la Universidad de Brown publicaron un estudio que muestra que los meditadores a veces informan sentimientos de miedo, ansiedad, pánico y paranoia. Esto no es una novedad para los profesores de meditación experimentados, que reconocerán fácilmente que los estudiantes de meditación a menudo experimentan efectos negativos. Son la manifestación de emociones no resueltas que se reprimen en nuestro subconsciente. Al meditar, los pensamientos se silencian, el cuerpo se relaja y esto permite que tus sentimientos afloren y desencadenen fuertes respuestas emocionales.
Puede que esto no parezca una buena noticia al principio, pero es parte del proceso de ser más consciente, de dejar ir. Así que no permitas que te desanime, si te estás sintiendo así es por que algo bueno está sucediendo. Si comienzas a sentirte mal durante una meditación, simplemente dirige toda tu atención a la sensación. ¿Dónde la sientes? ¿Cómo la describirías? ¿Qué intensidad? Simplemente se curioso, sin dejarte atrapar y cambiarás tu relación con eso. Si tienes un maestro o instructor de tu técnica, compártele lo que vives y pregunta si hay modificaciones que puedas hacer, como meditar menos tiempo.
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